Alexander Levy (-18), en sólo dos rondas, le ha hecho al menos un birdie a catorce de los dieciocho hoyos del Oceanico Victoria. Sólo se le resisten el 4, 8, 16 y 18. Dos rondas de 63 y 61, sin bogeys, que disparan sus opciones desde la atalaya de su liderato en solitario, si tenemos en cuenta que el torneo ha quedado ya reducido a 54 hoyos por culpa de los parones sufridos y en vista de que el sábado se esperan nuevos aguaceros por la tarde.
Una muestra aun calentita de cómo anda el francés: ha conseguido terminar su vuelta deprisa y corriendo, cuando ya había sonado la bocina por falta de luz, permitiéndose el lujo de embocar un último putt desde seis metros casi a tientas… (se puede comprobar en la foto que abre esta crónica).
El joven galo (cumplió 24 en agosto) acaba de igualar el registro récord bajo par del circuito europeo en las dos primeras rondas, aquel -18 de Ernie Els. Y puede sumar su segundo triunfo en el mismo año (ganó en China en abril). Así que su temporada es ya algo más que un aviso y puede finalizarla bien metido en el top cien mundial.
Pero todavía tiene que salvar algún escollo, no nos precipitemos, para cantar victoria en Portugal. Nicolas Colsaerts no ha podido terminar la segunda ronda, pero trae un acumulado de -15 a falta de dos hoyos. Todavía lo tiene a tiro y el belga también es capaz de levitar.
Rafael Cabrera Bello (-9), como el resto de los mortales, se ha quedado descolgado, muy lejos de la cabeza. Pero hay mucho por lo que luchar. Por ejemplo, el objetivo de meterse de nuevo entre los cinco primeros le hace ilusión al canario. Necesitaba recuperar esas sensaciones, verse arriba. Y lo cierto es que hoy, en una jornada muy accidentada por las interrupciones, Rafa ha podido reventar de nuevo el campo, pero no han entrado algunos putts bastante cortos.
Adrián Otaegui (-9) aún tiene que jugar media vuelta para completar dos rondas, así que todavía puede dar algún susto a los de arriba si completa nueve hoyos eléctricos y, sobre todo, dejar muy bien enfocado el objetivo de mantener la tarjeta, aprovechando precisamente la reducción del torneo a 54 hoyos. El joven vasco está mostrando un aplomo notable, porque la presión aprieta de lo lindo en su situación. Lo dicho: ahí hay madera…
