Hay que echarse a temblar, literalmente, cuando Paul Casey mete en su bolsa de palos la varita mágica. Ocurre de vez en cuando, es posible que menos a menudo de lo que él quiera y pretenda, pero ocurre al fin y al cabo…
Hoy ha sido uno de esos días, aunque su magia se esfumara en la recta final, justo donde se concentran los dos últimos pares 5 del campo. La emoción e igualdad en el torneo lo van a agradecer. Casey ha firmado hoy un 67 después de hacerle eagle al hoyo 5 y otro eagle más al hoyo 13, embocando desde la calle en este par 4 de unos 430 metros. Pero es que, mucha atención, en el par 4 del hoyo 9 estuvo a punto de embocar también desde la calle y la bola se quedó, caprichosa, a cuatro dedos del agujero; y en el 12 aún se dejaba un putt que no llegaba a los dos metros también para eagle…
Un bogey en el 17, producto de una escapada desde el tee y un par en el 18, impidieron que el inglés rematara la faena a lo grande, como apuntaba que iba a ser. Así y todo, Casey se ha quedado líder en solitario con -8, con dos golpes de diferencia sobre un nutrido grupo: Miguel Ángel Jiménez, David Horsey, Soren Kjeldsen (el danés silencioso amenaza de nuevo…), Anthony Wall y Marc Warren.
Ya adelantábamos con cierta prudencia en la última cronica provisional (VER AQUI crónica de la vuelta de Jiménez, Álvaro Quirós, Olazábal…) el vueltón de Pablo Larrazábal (-4), finalmente confirmada con bogey en el 17 y birdie en el 18 para 67 total y top-ten. Pablo responde, en realidad, a un perfil de jugador similar al de Casey, salvando la distancias y respetando la indudable profundidad y valía del palmarés del inglés. Nos referimos a esos momentos de extraordinaria lucidez en los que parece que el birdie es para ellos algo así como coser y cantar. El barcelonés anda rondando esa semana completa y algo nos dice que está al caer… De momento, vemos en Larrazábal vueltas arrebatadoras, sensacionales, pero paga demasiado caro los malos días. Poco a poco va alcanzando esa regularidad que, sin duda, volverá a coronarle campeón.
Hoy Pablo se plantaba con un parcial de -1 en el día en el tee del hoyo 12. Desde ahí y hasta el final ha desatado la tormenta, impecable con el putter, para firmar cinco birdies. En general, las noticias han sido buenas según ha ido avanzando la tarde, puesto que los tres jugadores españoles que andaban ‘flirtreando’ con el corte, Garrido (-1), Cañizares (PAR) y Pablo Martín (+1), han resuelto la papeleta y estarán el fin de semana.
El recorrido Oeste de Wentworth no se está defendiendo con viento, lluvia o frío. De hecho, las condiciones de juego parecen buenas. Pero en este bello campo no es oro todo lo que reluce. De hecho, se espera buen tiempo para el fin de semana y no crean que los jugadores andan celebrándolo. Porque con sol estos greenes se pondrán aún más firmes y los tripateos, por ejemplo, se pueden multiplicar. En realidad, será lo que tiene que ser: quien juegue de cine y al sitio correcto podrá entregar una tarjeta baja, y el que ande justito de precisión puede sufrir un buen revolcón.
Ya se ha cobrado algunas víctimas de renombre. Ángel Cabrera, Henrik Stenson, Retief Goosen, Oliver Wilson o Jeev Milkha Singh se han quedado fuera.
