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Sergio García firma 64 golpes en la tercera jornada del Saudi International

Los trazos maestros de una pequeña gran obra de arte

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Sergio García durante la tercera jornada del Saudi International. © Ten Golf
Sergio García durante la tercera jornada del Saudi International. © Ten Golf

Sirvan cada uno de estos datos como trazos maestros de una pequeña gran obra de arte, la que ha firmado hoy Sergio García en el Royal Greens de la King Abdullah Economic City, Arabia, en la tercera jornada del Saudi International. Quizá su registro final de 64 golpes, siendo muy bueno, no diga demasiado, teniendo en cuenta que el récord de este campo está en 61, pero hay actuaciones que trascienden al resultado. Esta es una de ellas.

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– Diecisiete greenes en regulación. Saliendo por el hoyo 10 a jugar, sólo fallaba el green del hoyo 17 después de pegar desde el centro de calle un wedge muy discreto, probablemente el único de la ronda. Sin embargo, acto seguido estaba a puntito de embocar el chip para birdie. La bola, muy bien pellizcada, tocaba el mástil y se quedaba a un palmo de la cazoleta.

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Ha sumado hasta siete birdies y un solo bogey en el hoyo 16, donde tripateaba. Tiraba un muy buen primer putt cuesta arriba, desde unos ocho metros, que estaba cerca de embocar y luego fallaba el de vuelta desde un metro. Segundo y último gran error del día.

Encadenaba tres birdies consecutivos por el primer tercio de su vuelta (hoyos 11, 12 y 13) después de dar una brillantísima ‘masterclass’ de tee a green y de enchufar putts desde no más de dos metros, dos y medio a lo sumo. Pero es que además, en el siguiente hoyo, el 14, se dejaba por el camino otro putt de birdie desde una distancia similar tras clavar de nuevo un drivazo y un espléndido segundo tiro.

En el hoyo 15 se salía de los zapatos en el tee, saltándose a la torera el dog leg de este hoyo con un drive que hacía, mucha atención, casi 320 yardas sólo de vuelo (de carry, si ustedes quieren).

Algo así como dos horas y media después, en el hoyo 7, pegaba otro tortazo desde el tee y, mucho ojo, hacía de vuelo cerca de las 330 yardas. En ambos hoyos, 15 y 7, por supuesto se iba a dejar opciones razonables de birdie que no entrarían…

Sí iba a enchufar un ‘bonus’ en el hoyo 2 desde larga distancia. Y otro putt más en el 3 de media distancia. Acto seguido, sin embargo, después de jugar un par 5 de libro (hoyo 4), dejando la bola de dos a la entrada de green y con un chip largo por delante, erraba un putt de birdie de poco más de un metro.

Antes, en el hoyo 18, el otro par 5 del recorrido, con ligera brisa a favor, había pegado un drivazo al draw de algo más de 340 yardas y a continuación un maravilloso hierro 4 al fade, exactamente a 234 yardas de la bandera, para dejarse una opción de eagle que terminaría en birdie…

Se pierden en la memoria otros putts largos o medios bien tirados que aún podían haberse sumado a la fiesta: en el hoyo 10, en el 5, en el 6 (éste muy largo y especialmente bien tirado)… Y otro desde algo menos de tres metros en el hoyo 8 que seguramente le escoció más fallar al de Borriol.

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Resulta algo más complicado describir de un modo telegráfico el verdadero disfrute que esta vuelta del jugador español ha proporcionado a él mismo (a Sergio se le veía muy satisfecho, casi sin hacer cuentas ni mirar la clasificación) y a los pocos afortunados que han podido seguirla (no hacían falta ni los dedos de una mano para contarlos, si obviamos a sus compañeros de partido, Kokrak y Kawamura, y a los caddies). Pero tiene que ver desde luego con la capacidad de García para diseñar golpes y clavarlos en la ejecución. Qué decir de los drives al fade o al draw a puro antojo, aunque en este sentido quizá se lleve la palma una pequeña y preciosa perlita, el disparo en el hoyo 11, par 3, aunque Sergio sólo tuviera en las manos un hierro 9. Si uno de verdad quería dejarse una opción muy clara de birdie había que atinar con una plataforma diminuta, o lo que es lo mismo, mandar la bola al cielo arábigo, perfectamente tocada y con la línea clavada casi al milímetro. Y así lo hizo.

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¿Habrá bastado esta pequeña gran obra de arte para, además, haberse dejado una opción de victoria el domingo? La verdad sea dicha: Dustin Johnson (-13) ha tomado una ventaja interesante, tiene la iniciativa. Pero Sergio arrancaba la tercera ronda muy lejos, a siete golpes de la cabeza, y ahora está a cuatro. Si es capaz de acercarse siquiera al nivel mayestático de juego que hoy ha mostrado, no es inverosímil pensar que en algún momento de la vuelta definitiva encuentre alguna fisura en la fortaleza del Número Uno del mundo.

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