Esta semana se disputa el BMW International Open, un clásico del DP World Tour que se viene jugando cada año desde 1989, salvo en 2020, por culpa de la pandemia. Un clásico que se juega en suelo alemán, pero que también tiene marcado acento español, puesto que hay cuatro jugadores que lo han ganado dos veces y uno de ellos es Pablo Larrazábal (2011 y 2015). Los otros tres no son tampoco unos desconocidos, precisamente: Paul Azinger, Thomas Bjorn y Henrik Stenson.
Además, Miguel Ángel Jiménez también ganaba en 2004 y la Armada atesora hasta cuatro segundos puestos: Seve (1994), Sergio (2011 y 2017) y Cabrera Bello (2014). Así como una barbaridad de notables actuaciones, por ejemplo el quinto puesto del año pasado del propio Larrazábal y el tercero de Jorge Campillo en la edición anterior, la de 2021, por quedarnos con lo más cercano en el tiempo.
Las dos victorias de Pablo tuvieron lugar en el Golfclub München Eichenried, en Munich, el campo donde se juega esta semana, que el barcelonés siempre destaca como uno de sus preferidos (el torneo también se ha jugado en Colonia en 2012, 2014 y 2016). Pues bien, justo en esta tesitura, aparentemente favorable para el español, ha querido el capitán europeo de la Ryder, Luke Donald, vigilarlo de cerca, pues jugarán juntos el jueves y el viernes, con el alemán Marcel Siem completando el trío. Donald cumple así la palabra que le dio a Pablo cuando éste conseguía su segunda victoria del año hace unas semanas en Holanda. “Estás en mi radar”, vino a decirle.
En Munich, esta semana, Larrazábal va a encontrarse con un viejo compañero de fatigas, el hoyo 11, uno de los cuatro pares 5 del Golfclub München Eichenried, donde realmente el español ha hecho casi de todo, menos pares. El hoyo, de 507 metros, tiene un obstáculo de agua por la derecha, que defiende el golpe desde el tee, y otro lago más que defiende frontalmente el green. Para ser más exactos, Pablo ha jugado este hoyo en 36 ocasiones en competición oficial y sólo ha firmado siete pares… Su amplio abanico de registros allí incluye hasta tres eagles y 18 birdies, pero también cinco bogeys, un doble bogey, un cuádruple bogey y un quíntuple bogey, para un acumulado total de -8.
El español arroja una más que interesante media de 70 golpes por vuelta en el recorrido alemán y unas ganancias totales de cerca de un millón de euros en este torneo, en trece apariciones, cerca de un diez por ciento de las ganancias totales acumuladas en su carrera y en 410 torneos.
