El hoyo 2 del recorrido de Himmerland, donde se está disputando esta semana el torneo del DP World Tour, es un par 4 que se dibuja con un pronunciado dog leg a la derecha. Son muchos los jugadores que tiran por encima de la curva para acortar y dejarse un segundo golpe más sencillo. Justo en el vértice inferior del dog leg hay unos búnkers. El objetivo es pasarlos por encima.
En esas estaba este viernes Santi Tarrio (-5), poco después de las nueve de la mañana. Lo que ha ocurrido en ese tee nadie lo puede contar mejor que el propio golfista de Santiago de Compostela. «He pegado el golpe de salida muy mal, a la derecha, y desde el tee no se veía dónde había terminado la bola. No sabía si estaba jugable. He pegado una segunda bola provisional y ha sido peor. He pegado una tercera y el resultado ha sido aún peor. Y la cuarta, por sin, quedó más o menos decente», explicaba a Ten Golf nada más firmar su buena tarjeta de 67 golpes.
Total, cuatro golpes desde el tee con la angustia de no saber si alguno de los tres primeros estaría en juego. Se pueden imaginar ese paseo hasta la zona donde estaban las bolas. Angustia es poco. Lo siguiente que le tocaba afrontar podía ir desde su segundo golpe al octavo. Sólo de pensarlo le entran a este que escribe sudores fríos…
Por suerte, la primera bola se había quedado jugable, en el rough y con un árbol delante, pero jugable. Desde ahí, Tarrio pegó un ‘push’ espectacular con el blaster y la puso al borde derecho de green para salvar un par galáctico. Así lo define el propio Santi. Fíjense si fue un momento de inflexión en su vuelta que la segunda y la tercera bola no aparecieron nunca, sólo estaban la primera y la cuarta. Por los pelos.
Tarrio supo aprovechar ese golpe de suerte para rubricar una gran vuelta de golf de 67 golpes, con cinco birdies, tres de ellos en los pares 5, y un bogey, doloroso, en el último hoyo. Falló la salida, tuvo que sacarla a la calle y se dejó un putt de unos cinco metros y medio que no entró. Si pasa el corte, algo que ahora mismo no está completamente claro, se acordará todo el fin de semana de ese hoyo 2. «Ojalá pueda tener dos días más y jugar un poco mejor. Ahora que por primera vez veo un poco la luz esta temporada con el putt parece que se desalinean los otros 13 palos. Ya no sé qué es mejor, si tener el putt mal o los otros trece», aseguraba.
El golfista gallego tendrá que esperar, sufrir y cruzar los dedos. El corte en Dinamarca va a estar entre el -5 y el -6. Cuando él entregó la tarjeta el resultado de cinco menos era 36º, apenas media hora después había bajado al 42º. Será una tarde larga. El objetivo es meterse entre los 65 mejores y empatados. En la misma situación se encuentra Gonzalo Fernández Castaño (-5). El madrileño ha firmado 68 golpes este viernes, con cuatro birdies y un bogey. También su corte pende de un hilo. Dependerá de cómo se juegue esta tarde, lo duro que se pueda ir poniendo el campo y, sobre todo, si salta algo de viento…
Los que no estarán el fin de semana son Nacho Elvira (-4), que hoy ha firmado un 72, Pablo Larrazábal (-3), Alejandro Cañizares (-1), Carlos Pigem (+3) y Alfredo García Heredia (+5).
En cuanto a la cabeza, se mantiene como líder Ross McGowan (-15) después de firmar otro gran resultado de 65 golpes. Tiene uno de ventaja sobre Richard Mansell y tres sobre Marcus Helligkilde (-12), Tom Lewis (-12) y Soren Kjeldsen (-12). Los daneses se siguen acumulando en cabeza. Además de Helligkilde y Kjeldsen, están arriba Rasmus Hojgaard (-9) y Jeff Winther (-9), a la espera de lo que pase esta tarde. Se ha quedado fuera del corte Thriston Lawrence (-2), ganador la semana pasada en Suiza.
