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Matteo da miedo

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Cabrera Bello, cuarto, llegó a ser líder a falta de 9 hoyos

Matteo Manassero (-16) sigue haciendo historia, al conseguir en el Maybank Malaysian Open su segunda victoria en el circuito europeo antes de cumplir los 18 años. 17 años y 363 días tiene hoy el italiano, para ser más exactos.

No está nada mal regalarse a uno mismo un cheque de 288.000 euros para celebrar la mayoría de edad (cumple 18 años el martes). Pero que nada mal.

Hacerse una idea exacta de hasta dónde puede llegar no resulta nada sencillo. Más bien, parece tarea imposible. El golf de alta competición es duro e imprevisible. Pero sí hay una cosa bien cierta, que puede darnos alguna pista: a día de hoy este chico da miedo. En el mejor de los sentidos. No es normal cómo se mueve por el campo afrontando como candidato a la victoria los últimos nueve hoyos de un domingo.  Qué paz. Qué soltura. Qué ritmo. Qué espléndida manera  de aceptar los momentos más complicados… En Castellón, hace unos meses, ya causó la misma impresión.  Y en el Accenture, más de lo mismo.

Es muy cierto que ese punto de inconsciencia que tiene un chaval de su edad ayuda en un momento dado a gestionar la presión. A estas alturas ¿qué demonios tengo que perder?  Pero también lo es que Matteo, más que la imagen de ese jovenzuelo pujante y 'echao pa lante' , lo que transmite en realidad con cada decisión, es una madurez impropia de su condición de novato.

El impulso definitivo se lo ha dado hoy un eagle de fantasía en el hoyo 10, embocando desde la calle, probablemente a más de 120 metros de distancia. No en vano, es un formidable pegador de hierros (ha cazado 61 greenes esta semana en un revirado Kuala Lumpur Golf…). Pero es que además muestra una frialdad en los greenes a prueba de bomba en los momentos más importantes.

 En fin, esta victoria lo va a meter de cabeza entre los primeros cincuenta del mundo, con las puertas de entrada a los 'majors' abiertas ya de par en par. Con eso está todo dicho.

Rafa Cabrera Bello (-13) ha protagonizado un magnífico intento de remontada.  De hecho, ha entregado la mejor tarjeta de la última ronda (67 golpes) y ha finalizado en una cuarta posición muy valiosa, pues se va a meter entre los quince primeros de la Race to Dubai y va a rondar ya el top-100 del ranking mundial.

A su paso por el hoyo 7 un parcial de -5 ya lo había llevado a la lucha por el triunfo, mirando de tú a tú a todos los candidatos. De hecho, encaraba la segunda vuelta encaramado al liderato. Un putt de birdie de metro y medio errado en el hoyo 10 frenaba su impulso de algún modo.

Aún tenía margen, pero el hoyo 14 casi lo dejaba sin opciones. Se fue a bunker de segundo tiro y, desde allí, recibiendo el green cuesta abajo, produjo una gran sacada, pero la bola no quiso entrar. Se limitó, inmisericorde, a lamer el lado izquierdo del hoyo… Además, fallaba el putt de vuelta, de unos dos metros. Aquí estuvo la clave.

Rory McIlroy (-14) consiguió darle emoción hasta el final. El fantasma del Amen Corner le enseñó una patita en el hoyo 12 (tenía que ser precisamente en el hoyo 12…), donde fallaba un putt de bogey de menos de un metro. Pero el norirlandés demostraba después que tiene lo que hay que tener para dejar el trauma a un lado.

Después de hacer un gran birdie en el 14 con un putt lejano y delicado, y de firmar una excelente recuperación en el 15, en el tee del hoyo 16 intuía que iba a necesitar tres birdies para aspirar al triunfo. Se puso a ello: birdies al 16 y al 17 jugando de libro. Y en el 18, par 5, se la jugaba con un gran drive para tratar de llegar de dos a green, pero la suerte le daba la espalda. Porque el tiro fue bueno y ambicioso, pero por centímetros se le quedaba la bola enredada en las barbas de un bunker. Acababa con bogey.

Muy bueno el repunte de Alejandro Cañizares (-8) que consigue su primer top-ten de la temporada. Hoy salía buscando algo más que un noveno puesto, pero su esfuerzo se ha quedado sólo en una tarjeta de 71 golpes tras un vibrante toma y daca (cinco birdies y cuatro bogeys). Está en la buena línea.

Pablo Larrazábal (-4) y Pablo Martín (PAR) completan la actuación de los nuestros. La muestra de amor propio de Martín con un gran 68 final merece todo el reconocimiento.

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