Rory McIlroy está preparado para abrir el año en Sudáfrica. El norirlandés no da un paso en falso. Ni óxido, ni gaitas. Da lo mismo que sea el primer torneo en mucho tiempo. Asegura que ha practicado duro en los últimos días y que está preparado para ganar. «No he venido aquí de vacaciones sino a levantar el trofeo», sentenció hoy en su comparecencia ante los medios.
McIlroy tiene un vínculo especial con el Open de Sudáfrica que arranca este jueves en el recorrido Glendower CC. En este torneo estuvo a punto de lograr su primera victoria en 2008, cuando acabó a un golpe del desempate que disputaron Richard Sterne y Gareth Maybin. No ganó, pero su tercera posición empatado con Ernie Els y Lee Westwood, nada menos, le sirvió para meterse por primera vez en el top 50 del ranking mundial. Apenas unas semanas mas tarde ganaría su primer título al imponerse en el Dubai Desert Classic. «Me encantaría acabar esta vez un par de puestos más arriba que en 2008», aseguró.
Rory afirma que se encuentra en buena forma. «Estuve practicando una semana antes de las Navidades y los diez días previos a este torneo en Dubai. Estoy en modo competición. Quiero jugar bien y mantener mi confianza alta en este inicio de temporada», señala.
Precisamente, en esos días de trabajo en Dubai, Rory decidió jugar este primer torneo del año con nuevos palos después de que Nike decidiera dejar de fabricar material. El norirlandés pondrá en juego el equipamiento que mejor cree que se adapta a la bola que más le gusta: Titleist ProV1x. Eso sí, no se compromete a nada en el futuro. «Sé con qué palos voy a jugar este torneo, pero no descarto cambiarlos la próxima semana que juegue. Es una tema que dejo abierto y lo iré viendo conforme avance la temporada», asegura. Hay que recordar que en Sudáfrica jugará con hierros Callaway y los wedges Titleist Vokey.
El campo, por cierto, está muy pesado por las lluvias caídas en los días anteriores. A juicio de Ernie Els, anfitrión del torneo, la clave para ganar esta semana será tener un buen juego de tee a green. «Quien ande fino podrá hacer pocas porque aunque el campo más largo por la lluvia, los greenes están muy receptivos. Sin embargo, quien no esté bien con su juego largo lo pasará mal porque desde el rough es muy difícil hacer un buen resultado».
