Michael Hoey (-16) se ha llevado el Open de Rusia, sumando su quinta victoria en el circuito europeo sin pasar demasiados apuros en la jornada dominical (ha ganado con cuatro golpes de ventaja sobre Kaleka y Nixon), y agrandando de este modo una rarísima estadística que lo define desde que es profesional…
Rara vez se ve a este jugador norirlandés de 34 años entre las primeras posiciones durante el fin de semana de un torneo. De hecho, es habitual que no pase el corte: en los 186 torneos del circuito europeo que ha jugado hasta la fecha, sólo pasó el corte en 87 ocasiones, menos de la mitad. Pero si es usted jugador profesional de élite y ve a Hoey por arriba, échese a temblar. Resulta que este jugador sólo ha sumado ocho top-ten en el circuito europeo en toda su carrera, y en cinco de esas ocho veces se hizo con el triunfo. Aún hay más: nunca ha finalizado en segunda o tercera posición. Cuando está, está, y no hay más que hablar. Es un jugador muy inconsistente, nada sólido, pero aprovecha como nadie sus escasas oportunidades.
Es más, al margen de estas ocho veces citadas entre los diez primeros, Hoey sólo tiene en su palmarés otras 16 ocasiones más en las que se metió en el top-20 de la clasificación final.
Jorge Campillo (-3) que a mediados de la jornada apuntaba alto y hasta podía verse con opciones de meterse entre los cinco primeros, se venía abajo por los segundos nueve hoyos, donde ha fallado más de la cuenta de tee a green y ha terminado tirando 41 golpes.
Y si los números de la carrera de Hoey son extraños, algo parecido puede decirse de los de Pablo Martín (+3) esta semana. El malagueño ha entregado hoy su mejor tarjeta, 69 golpes, y eso que terminaba con un doble bogey en el 8, su penúltimo hoyo. Pablo ha resuelto 21 de los 72 hoyos con birdie o eagle (en su caso han sido todo birdies). Tan solo cuatro jugadores han resuelto mas hoyos con birdies (o eagle) y tres de ellos finalizaban en el top ten: Hoey (25), que ha ganado, Kaleka (24), que ha quedado segundo, y Liang (22), que ha sido quinto.
La moraleja es clara: el español ha estado a la altura de los mejores en este aspecto. En términos futboleros diríamos que ‘ve puerta’, que tiene gol. Pero aún da demasiadas facilidades en retaguardia. Ha encontrado algo, pero seguramente necesita ganar en consistencia y agarrarse más al campo cuando vienen mal dadas: parece mejor quedar el 20º que el 40º, aunque hay jugadores que no lo ven así y Pablo es uno de ellos.
