Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Miguel sólo cedió ante el empuje del Nº1

Miguel sólo cedió ante el empuje del Nº1

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Lee Westwood (-12) ha ejercido de 'capo' del golf mundial en Corea y se ha llevado el Ballantines Championship después de entregar la mejor tarjeta de la última y decisiva vuelta (67 golpes)…

El gran damnificado ha sido Miguel Ángel Jiménez (-11), segundo en solitario, a quien le ha faltado algo de 'punch' al final, cuando parecía tener bien controlado el torneo.

El Número Uno del mundo ha finalizado con tres birdies en los últimos cinco hoyos y, en honor a la verdad, hay que apuntar que bien podrían haber sido cinco los birdies en ese tramo, porque el inglés las estaba dejando muy cerquita de bandera, apretando de verdad la soga al cuello de quien pretendiera hacerle sombra.

Miguel, por contra, ha sufrido bastante en la recta final. Esos nueve pares consecutivos que ha firmado para acabar lo dicen casi todo. De hecho, ha tenido que salvar algunos pares delicados para no verse fuera de la pelea antes de tiempo. El día tampoco estaba para grandes demostraciones. Ahí están los resultados de Noren, Rumford o Rhys Davies para confirmarlo, todos ellos jugando sobre par cuando salían con opciones de victoria.

Y es que el viento, que aparentemente no soplaba demasiado, se colaba en remolinos por las angostas calles del Blackstone Golf Club, creando muchos problemas a los jugadores. No olvidemos, además, que la jornada de golf ha sido de más de ocho horas: a la una de la madrugada, hora peninsular española, salía Jiménez al campo para terminar su tercera vuelta (le quedaban ocho hoyos), y a las 9,20 estaba todavía en el green del hoyo 18 rematando la última ronda.

En los hoyos 14, 15 y 16 Jiménez pasaba algunas fatiguitas para mantenerse en pie. No conseguía redondear la faena. Y en el 17, la emoción casi se desbordaba: Miguel fallaba el segundo tiro y, desde la arena, estaba a punto de embocar…

Sea como fuera, el caso es que todavía se plantaba en el último par 5, hoyo 18, con opciones de victoria. De eso se trata.

Necesitaba un birdie para forzar el desempate ante un Westwood que esperaba en la casa club, seguramente acordándose del duelo de 2010 en Dubai. Al inglés, que había entregado su tarjeta una hora antes, no le sobraba un vatio de energía, porque ni siquiera se había ido a dar unas bolas para desentumecer mientras se producía el desenlace.

Jiménez puso un gran drive en calle y desde allí fue a por todas con madera. El eagle le evitaba el engorro del play-off… Pero un último bombeo de adrenalina empujaba su bola por detrás de la bandera, a bunker, y en una posición complicada. Aún tuvo un putt de unos cuatro metros para llegar al registro de Lee, pero el día no estaba para él.

No podemos (ni debemos) acostumbrarnos al genio de Miguel Ángel Jiménez. Hoy no le tocaba ganar, pero ha vuelto a impartir lecciones. Con más o menos apuros ha hecho lo que tenía que hacer y sólo ha cedido ante la clase y el empuje de un Número Uno.

Y, sí, por supuesto, se hace una vez más necesario el recordatorio de su edad. Jiménez tiene 47 años. Es un deportista digno de estudio. En orden a los 'biorritmos' habituales en profesionales de su veteranía y longevidad, y después de un 2010 triunfante, intenso y realmente estresante, lo lógico es que el arranque de 2011 hubiera supuesto un serio problema para el jugador español. Pero no. Lleva desde el mes de enero rondando de nuevo la victoria con la frescura del principiante. Mantiene algo más que las constantes vitales en el golf de alta competición. Su carrera, sus logros, son de antología.

Tras este segundo puesto en Corea, Miguel se coloca cuarto en la Race to Dubai y da un salto en el ránking mundial. De hecho, llegará al Open de España como el mejor español, un aliciente más para el malagueño en una cita que es una encrucijada para él. Siempre ha reconocido que es uno de los torneos que más ilusión le haría ganar, aunque lo cierto es que no se le ha dado demasiado bien. Prepárense porque si algo está claro es que llega en forma al Prat.

Resultados finales