Nacho Elvira (-2) es el jugador español mejor clasificado (17º) de un Open de España áspero para la Armada.
Y no debe ser casualidad que este joven cántabro de 26 años esté donde está después de 54 hoyos de duro test en un recorrido que no concede ningún respiro. El Saler no da margen a los que andan con el juego cogido con pinzas. Algo debe estar haciendo muy bien el Número 991 del mundo.
Quizá tenga algo que ver con el método de trabajo que Elvira se ha impuesto junto a su equipo: Salva Luna, Kiko Luna y Paco Fernández (físico). A la hora de planificar la temporada todos llegaron a la conclusión de que había que buscar más la calidad en el trabajo. Que la cantidad, esas horas y horas pegando bolas, está muy bien, pero que quizá compensaba más centrarse en el juego corto y en salir mucho al campo a jugar hoyos.
Elvira tiene planta de jugador moderno y pega lo suficiente a la bola. Pero lo cierto es que él responde a un perfil más ‘clasico’, porque el juego corto es el punto fuerte de su golf. Le va aquello de echarle imaginación al juego, sacar la creatividad a pasear cuando toca recuperar alrededor de green. J. T. Higgins, su entrenador Jefe en la universidad de Texas A&M, señalaba en su día a Tengolf que el juego corto de Elvira le recordaba al de Severiano Ballesteros. No es cuestión de exagerar ni de cargar semejante peso sobre la espalda de este joven jugador, pero sirve como pista. Seve es, por otro lado, su modelo. Aunque eran paisanos nunca le conoció, ni pudo jugar o hablar con él, pero siente una profunda admiración por su manera de entender este deporte. Y también por su actitud y carisma (VER VIDEO).
Quienes mejor conocen a Nacho aseguran que se trata de un golfista completo, dispuesto para dar el salto. Si algo le falta en estos momentos es meterse en faena competitiva, afilar las uñas y los dientes en la pelea: emular en la medida de lo posible, también en este punto, al genio de Pedreña…
