Nuestras previsiones hablaban ayer de un campo, el recorrido norte del Binhai Lake Golf Club (Tianjin, China) que iba a poner las cosas algo más complicadas a los profesionales en esta edición del Volvo China Open. Nada que ver con la realidad…
Lo cierto es que este monstruito de más de siete mil metros ha sido lidiado con limpieza en la primera jornada, hasta el punto de situar al líder, el inglés Matthew Baldwin en un registro de -7. No es sólo eso, es que las tarjertas de 68 golpes, cuatro menos en el día, se han salido hace tiempo del top-ten, con el turno matutino de juego finalizado, y el corte va a terminar hoy bajo par con toda probabilidad.
Evidentemente, no todos los tees estaban atrás, pero en líneas generales se ha jugado ‘muy suelto’, en vista de que el rough no penaliza demasiado. El viento ha ido aumentando en intensidad según avanza la jornada, por lo que los resultados del turno vespertino son sensiblemente peores.
Tampoco el otro monstruito al que se esperaba, Peter Hanson (-1) ha terminado de aparecer. Aunque a este sí que debemos esperarlo obligatoriamente. El sueco tiene que afinar todavía sus sensaciones en unos greenes muy lentos.
Nacho Garrido (-5) es el mejor español. Ha sido hoy una roca: sólo ha fallado una calle y dos greenes, y ha completado con éxito las dos correspondientes recuperaciones, mostrándose además acertado en los greenes. Ni un ‘pero’ a una vuelta inmaculada, sin bogeys.
Pablo Larrazábal (-4) y Alejandro Cañizares (-3) también se han situado adecuadamente. Y casi lo mismo puede decirse de Rafa Cabrera Bello (-2) y de Jorge Campillo (-2). Aunque aquí nadie puede descuidarse, porque da la sensación de que la cabeza de la clasificación se puede ir muy lejos antes incluso de llegar al fin de semana.
Llama la atención, no obstante, los problemas que han tenido otros de los favoritos, caso de Poulter (-1) o Francesco Molinari (PAR). Al igual que Hanson, no le han cogido el temple a los greenes.
