Carlos Pigem lo veía muy negro ayer en el hoyo 9 de la segunda ronda en el Trofeo Hassan II. Pegaba un «mantazo» al agua, hacía doble bogey y se ponía +5, a tres golpes del corte, a falta de nueve hoyos y en el Royal Golf Dar Es Salam. Tragedia seria.
Sin embargo, a partir del hoyo 10 comenzó una película muy diferente. Encontró una sensación en el hombro a la que se agarró y se subió a una moto de la que no está dispuesto a bajarse. Hoy ha hecho 69 golpes, cuatro bajo par, y se ha colocado en la parte alta de la clasificación, al acecho del top ten y con el liderato a tiro. Se ha dado opciones de todo en una tabla muy apretada.
Pigem va paso a paso, sin hacer demasiadas cuentas aunque evidentemente el objetivo del año sea sacarse la tarjeta del European Tour, un objetivo por cierto que tiene muy bien encarrilado. Tiene mucho más de medio camino recorrido, una posición espléndida a estas alturas de temporada.
El objetivo ahora es seguir encima de la moto en la cuarta y última ronda y llegar hasta donde se pueda. El juego, que es lo más importante, está en perfecto estado de revista. Si el putt acompaña puede firmar una ronda realmente baja y pelear por todo.
Pigem está teniendo una magnífica temporada en el European Tour. No en vano, ocupa el puesto 61º en la Race to Dubai. Los números no engañan: de sus últimas 23 rondas en el European Tour ha bajado de 70 golpes en once. Consulta aquí los resultados en directo.
