El calendario se ha comido ya las primeras cinco paradas del circuito europeo. Casi todo por hacer, pero con la primera marcha ya definitivamente metida…
Si echamos un vistazo a la Race to Dubai, resulta que el jugador español mejor clasificado es José María Olazábal, en el puesto 16º y con un acumulado ya de algo más de 111.000 euros, una cantidad estimable a estas alturas del curso.
Y no responde el dato a la casualidad. Él ha jugado tres torneos en semanas consecutivas, pero los grandes nombres de nuestro golf, como García, Jiménez, Quirós o Fernández Castaño, por citar a quienes andan metidos entre los primeros cincuenta del mundo, han jugado también al menos dos torneos (Sergio y Álvaro) o incluso los mismos tres que el capitán de la Ryder (Gonzalo y Miguel).
No parece tampoco fuego de artificio, ni se debe sólo a su indudable talento. Detrás hay un plan de trabajo y una intención rotunda de regresar al más alto nivel. Después, a la larga, lo conseguirá o no, porque la igualdad es máxima y la competencia abrumadora, pero a 5 de febrero ahí quedan este par de avisos, Volvo Champions y Qatar Masters.
Alcanzado cierto grado de consistencia, evidente hasta la fecha, al vasco sólo le falta potenciar el nivel de excelencia, tal y como él mismo señala. En la última ronda de Qatar ya ha dejado buenas muestras. “Sí, se han visto algunos hierros como los de antaño”, explicaba nada más terminar su vuelta, refiriéndose por ejemplo al extraordinario hierro largo que impactaba en el hoyo 15, donde estaba a punto de embocar de segundo tiro.
Otro que también ha pasado gentilmente sus ‘avisos’ es Gonzalo Fernández Castaño. Dos, para más señas: su vuelta de sábado en Abu Dhabi, donde se marcaba un 65 en un campo de armas tomar que además le tenía amargado hasta la fecha, y la primera ronda de Qatar, un galáctico 66 en jornada de extrema dificultad por el viento.
