– José María Olazábal llegó ayer a Valderrama. El campeón vasco sigue en proceso de recuperación y todavía no se pone fecha de reaparición. Aún tiene molestias y todavía no ha podido comenzar a entrenarse con la intensidad que a él le gusta. Sin embargo, anduvo un buen rato por la calle de prácticas, acompañando a sus colegas, repartiendo buenas vibraciones a espuertas y algún que otro mensaje de ánimo o consejo puntual. La Armada, y lo que no es la Armada, siempre agradece su presencia y a él también le gusta el olor de la competición, así que aceptó encantado la invitación que Sergio García, anfitrión del torneo, le hizo para que viniera.
– Rafa Cabrera Bello (+3) anda dormido. No es un modo de hablar figurado. El canario explicaba al finalizar su primera ronda que se encuentra bien físicamente, a pesar del desgaste sufrido en las tres últimas semanas (Austin, Houston y Augusta), pero que ha sufrido algunos problemas con el cambio horario después de pasarse más de un mes en Estados Unidos y, quieras o no, afecta a la concentración en el campo. En cualquier caso sigue llamando la atención su convicción: está seguro de que pasará el corte (su tarjeta de 74 golpes no era tan mala al final del día) y de que esta semana irá de menos a más.
– Álvaro Quirós (+6) se está pegando una buena paliza. Se trata de ganarle tiempo al tiempo junto a su nuevo entrenador, Brad Malone, porque están realizando cambos sustanciales en el swing. Después de la ronda de competición, muy áspera para el jugador de Guadiaro, que anda ahora mismo entre dos ríos, estuvo trabajando en una sesión interminable de casi cuatro horas. Hoy todavía tendrá una opción de pasar el corte, objetivo que ahora mismo no es prioritario, dada su situación, aunque a nadie le amarga un dulce…
– Pep Anglés (+1) tenía sentimientos y emociones encontradas al finalizar la primera ronda del Open de España. Por un lado tenía que estar moderadamente contento por un notable resultado en un campo tan fiero. Por otro, le resultaba casi imposible sentirse satisfecho después de un final de vuelta tan accidentado: venía tres menos a falta de cuatro hoyos y terminaba con un doble boogey y dos bogeys en el tramo final. Sea como sea, el joven catalán de 23 años sigue enviando mensajes muy positivos al planeta golf: ahí hay madera.
– Algo muy parecido, casi clavado, le ocurrió a Nacho Elvira (+1) en el turno matutino. El cántabro mantiene la buena línea mostrada en Tailandia e India, pero en sus últimos hoyos (terminaba por el 9) se aceleraba más de la cuenta y llegaron algunos errores que emborronaron su tarjeta. Su resultado, igual que el de Anglés, es en todo caso casi de sobresaliente. Con una tarjeta de 72 golpes finalizaba asimismo José Manuel Lara (+1), que nos dejó una muestra más de que el profesional muchas veces va en su nube: el valenciano no terminaba del todo satisfecho, pero una vez firmó la tarjeta y comprobó que su resultado estaba dentro del top-25, no podía reprimir un respingo de auténtica y sabrosa alegría…
