Final del turno matutino de juego de la segunda jornada del Nordea Masters. Tenemos nuevo líder, un inspiradísimo Peter Whiteford (-10) que ha entregado hoy un 63.
Ante semejante avalancha no poco o nada puede hacer el resto, porque además el escocés terminaba con un parcial de siete menos por los últimos siete hoyos (cinco birdies y un eagle). A dos golpes han quedado situados dos jugadores locales, Blixt (-8) y Noren (-8), que seguro van a dar mucho juego durante el fin de semana.
La mañana nos ha dejado a un José María Olazábal (-4) con chispa: ha firmado ocho birdies, aunque también hayan caído los errores (cuatro bogeys). Chema no va a parar hasta darse una opción algún domingo. Igual que Álvaro Quirós (-5), que como el vasco también ha entregado un 68. La semana pasada, en Wentworth, el de Guadiaro ya mostró un juego más sólido y competitivo, a pesar de cerrar con un domingo más bien gris. Aunque Quirós nos haya malacostumbrado a lo largo de su carrera, encontrando casi siempre los atajos correctos para saltar de dos en dos los escalones, no podemos obviar el momento delicado por el que atraviesa, viniendo de una mala temporada en 2012 y de una operación de muñeca. Cualquier vuelta bajo par es buena para él a día de hoy. Porque se trata de que recupere poco a poco la confianza y, a partir de ahí, volver a plantarse como favorito casi cada semana. Por eso, rondas como la de hoy, con la presión añadida del corte (son muchos los que se le han escapado en los últimos doce meses), suponen una excelente noticia.
Alejandro Cañizares (-4) se ha mantenido con una vuelta de par, mientras que Cabrera Bello (+7) y José Manuel Lara (+7) no terminan de ver la luz al final del túnel. Cabrera necesita parar para impulsarse de nuevo, tal y como él mismo tuiteaba una vez finalizada su vuelta: «ahora tengo dos semanas de parón para trabajar y descansar».
