Quedan cinco años para que la Ryder Cup aterrice en el Golf National de París, pero las referencias ya son constantes. Todo huele a Ryder en el Open de Francia que arranca este jueves con la presencia de once españoles y un buen puñado de los mejores jugadores del mundo.
El campo ya se está preparando para la gran cita de 2018 y, aunque parezca una locura, se están produciendo algunos cambios pensando en aquello. Por ejemplo, los greenes que se van a encontrar los jugadores esta semana son los más firmes y rápidos de los últimos años en París. Eso sí, habrá que ver cuando llegue el momento, si el capitán de turno apuesta por esta fórmula.
El torneo, más allá de su historia (arrancó en 1906), es uno de los más importantes de la temporada en el Circuito Europeo. Se reparte mucho dinero y acostumbra a cambiar la vida del que lo gana. Que le pregunten, si no, a Pablo Larrazábal, que estrenó aquí su palmarés y puso en marcha una carrera cada vez más sólida y poderosa. Precisamente, Larrazábal tiene en este Open de Francia un gran objetivo que va más allá de la victoria. Tiene opciones de clasificarse para el British Open, aunque para ello necesita acabar muy, muy arriba, aunque será a partir del viernes cuando podamos hacer unas cuentas más fiables y realistas.
Los otros diez españoles en Francia son Gonzalo Fernández Castaño, Miguel Ángel Jiménez, José María Olazábal, Jorge Campillo, Alejandro Cañizares, Rafa Cabrera Bello, Álvaro Quirós, Nacho Garrido, José Manuel Lara y Eduardo de la Riva.
Fernández Castaño y Jiménez está colocados en dos de los partidos estelares, junto a Siem, defensor del título, y Manassero y junto a Matt Kuchar y Martin Kaymer, respectivamente. También están Luke Donald, Ian Poulter, Graeme McDowell o Francesco Molinari, entre otros.
En cuanto a los otros eventos de la semana en Europa, están el Bad Griesbach Challenge Tour by Hartl Resort, del jueves al domingo con trece españoles en liza, y el Bad Ragaz PGA Senior, del viernes al domingo con nueve de los nuestros.
