Adrián Otaegui (-8) ha cerrado sus mejores primeros 36 hoyos de la temporada (vueltas de 68 y 66) y lo ha hecho en la segunda cita de las Rolex Series, el Open de Francia, y para auparse hasta el liderato de este prestigioso torneo una vez finalizado el turno matutino de juego de la segunda jornada, con dos golpes de ventaja sobre el anterior líder, Paul Waring (-6), que hoy ha jugado por encima del par. Muy oportuno, el joven vasco, que no ha terminado de redondear una sola semana a plena satisfacción en 2017, aunque a él poco o nada le cambiaba el rictus. Es un tipo recio.
Hacía mucho tiempo que Otaegui no encadenaba dos rondas por debajo de los setenta golpes y lo ha ido a hacer en un recorrido, el Albatros del Golf National francés, que intimida lo suyo. Es curioso, pero la última vez que el español firmó dos tarjetas por debajo de setenta golpes para abrir un torneo fue precisamente con los mismos registros, 68 y 66, y ocurrió hace diez meses en el Made in Denmark, donde por cierto finalizaba en una excelente tercera posición…
Es la excelsa confirmación de la mejora de su juego, porque la semana pasada ya había pasado el corte en Munich después de haber fallado los seis anteriores. No es que el resultado en tierras alemanas fuera demasiado brillante, pero él se quitó un peso de encima jugando las cuatro rondas y ganó en confianza.
Adrián comenzaba la ronda con un bogey en el hoyo 2, el primero y el último. Y finalizaba con una gran serie de tres birdies consecutivos en los hoyos 14, 15 y 16, y con dos pares en los hoyos 17 y 18, que siempre valen su peso en oro en este campo, pues son seguramente dos de los más complicados.
Queda mucho por delante, pero es inevitable hacer alguna cuenta, aunque sea por encima: todo lo que fuera acabar entre los cinco primeros esta semana le arreglaría por completo el año a Otaegui, que ya no tendría que hacer cábalas de cara a sus derechos de juego para 2018.
Pablo Larrazábal (-1), que comenzaba el día a la altura de Otaegui, ha sufrido hoy lo suyo. Abría y cerraba la vuelta con birdies, pero entre medias hubo muchas más espinas que rosas (vuelta de 73). Pep Anglés (PAR), con una ronda de 71 golpes ha asegurado asimismo el corte, justo lo que no han podido conseguir Jorge Campillo (+3), Álvaro Quirós (+4), Eduardo de la Riva (+5) y José María Olazábal (+12).
