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Pablo Larrazábal conquista el MyGolfLife Open en un agónico playoff

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Pablo Larrazábal, con el trofeo © Golffile | Eoin Clarke
Pablo Larrazábal, con el trofeo del MyGolfLife. © Golffile | Eoin Clarke

En un desenlace de película, con un playoff de tres jugadores, Pablo Larrazábal (-22) ha logrado la victoria en el MyGolfLife Open, torneo del DP World Tour que se ha disputado esta semana en el Pecanwood Golf & Country Club de Hartbeespoort, en Sudáfrica. El golfista barcelonés, después de su gran comienzo de semana y pese a quedarse a última hora fuera del partido estelar del domingo, ha sabido reaccionar prácticamente desde el primer hoyo del día para terminar firmando el sexto triunfo de su carrera en el circuito.

Un título que, vista su trayectoria en la gira, parecía predestinado. Resulta de lo más curioso, pero la mayoría de las cinco victorias anteriores de Larrazábal fueron llegando con un margen de entre tres y cuatro años cada una. Se estrenó en el Open de Francia en 2008. Repitió en el BMW International de 2011. Firmó su tercer triunfo en el Abu Dhabi HSBC Championship de 2014. Volvió a ganar el BMW International en 2015. Logró el título en el Alfred Dunhill Championship de 2019. Y en este recién estrenado 2022 vuelve a lo más alto con una última ronda de ensueño.

Aunque su trofeo, que venía rondando con un sexto puesto empatado en Saudi International y un tercero empatado la semana pasada en Kenia, no ha sido nada fácil. Habría que remontarse mucho en el tiempo para encontrar torneos, exceptuando los disputados en nuestro país, en los que tantos españoles estuvieran peleando por el triunfo hasta el final. Pablo ha tenido que superar la consistencia de Adri Arnaus (-22) y la reacción de Nacho Elvira (-19) para terminar ganando en un día en el que las previsiones saltaron por los aires prácticamente desde el principio.

Todo estaba preparado para que la última ronda se convirtiera en un cara a cara entre sudafricanos y españoles. De hecho, el notable cambio en las condiciones del campo durante el fin de semana respecto a las dos primeras rondas, en las que los birdies caían por ‘castigo’, no hacía presagiar tarjetas lo suficientemente bajas como para que jugadores que llegaran desde atrás se terminaran metie ndo en la pelea. Pero las cosas no tardaron en dar un giro de 180 grados y convertir esta jornada final en Sudáfrica en un España contra Inglaterra.

Sobre todo, por la debacle de Hennie du Plessis (-19), que tuvo un día aciago partiendo como líder, y la increíble actuación de Jordan Smith (-22). El golfista británico dio un auténtico recital en todos los aspectos del juego y después de terminar con un parcial de cuatro bajo par en el día en los nueve primeros hoyos, fue a por todas en la segunda mitad de su ronda. Hizo birdie al 10, en el que a punto estuvo de firmar un eagle recuperando desde el bunker. No perdonó el birdie en el 11. Pero en el 12, con todo a favor, llegó un momento que cambió su vuelta…

Tras una sensacional salida desde el tee, haciendo muchos metros y dejando su bola en el centro de la calle, pegó un hierro descomunal para pararla en seco a un metro de la bandera y dejarse el eagle prácticamente hecho. Pero su putt no quiso entrar y con una dolorosa corbata le impidió abrir un hueco de dos golpes en la clasificación obligándole a conformarse con un ‘amargo’ birdie. Un error al que siguió un putt buenísimo para birdie desde 10 metros en el 13 que se quedó ‘colgando’, a milímetros de caer en el hoyo.

Dos golpes de pura mala suerte que parecieron pulsar un interruptor en el juego del golfista inglés, incapaz desde ese momento de hacer un solo birdie abriéndole de par en par la puerta al trío español, inmerso desde mitad de ronda en una batalla fratricida en la que podía ganar cualquiera. Pablo Larrazábal atacó primero, Adri Arnaus, en el partido estelar del domingo, reaccionó… y Nacho Elvira, cuando parecía descartado, logró en un último impulso llegar hasta el final con opciones de victoria. Pero el destino y el hoyo 17 le dieron una ‘vida extra’ a Smith

Nacho, lastrado por un bogey en el 3 y un doble bogey en el 4, parecía haber enterrado muy pronto sus posibilidades de triunfo. Sin embargo, fue capaz de reaccionar con un buen birdie en el 10, otro en el 12 y, sobre todo, uno más en el famoso hoyo 13, junto a la presa, chipeando desde el rough de green. Así llegó hasta el fatídico 17, en el que todo se fue al traste… Falló muy por la izquierda desde el tee, pero recuperó de maravilla para dejarse un putt para par. No lo embocó y ahí se acabó todo… Su intento desesperado de hacer birdie desde el bunker en el 18 terminó provocando otro bogey que le retrasó hasta el sexto puesto empatado.

Pablo, lanzado desde el principio con tres birdies en cinco hoyos, había llegado a ponerse líder aprovechando el atasco de Du Plessis. Y nada más arrancar, encontró el momento cumbre de su ronda… En el par cinco del 10, después de alcanzar el green en su segundo golpe, embocó un impresionante putt para eagle desde más de 10 metros que le disparó en la clasificación. En el 11 se quedó corto con su approach, y aunque a punto estuvo de embocar chipeando, terminó cometiendo bogey. Pero en el 12 y el 13 llegó la traca definitiva…

No consiguió alcanzar el green con su segundo golpe en el par cinco del 12, pero después de un bonito approach, firmó un nuevo birdie. Y en el 13, frente a la presa, ambientadísima hoy con embarcaciones repletas de aficionados, lanzó un hierrazo teledirigido desde el tee para terminar logrando un nuevo birdie, celebrado a lo grande lanzando la bola a uno de los yates. Todo parecía encaminado para su victoria, pero aún tendría que sufrir para lograrla…

Falló desde el tee en el 14 y terminó cometiendo bogey. Aunque reaccionó a lo campeón con un birdie en el 15 después de equivocarse también con el driver y mandar su bola al rough. Y cuando parecía tener el triunfo hecho, el maldito 17 se empeñó también en complicarle la vida. Su golpe desde el tee, como el de Nacho Elvira, se fue por la izquierda. Y aunque también fue capaz de recuperar con éxito, falló el putt y salió al 18 empatado en lo más alto de la clasificación.

Pateando desde el antegreen, no logró un birdie que a falta del último partido, le habría coronado, así que se vio abocado al playoff… siempre y cuando Arnaus no terminara su ronda con un birdie. Arnaus había ido de menos a más en su ronda. Después de unos primeros nueve un tanto tibios, que cerró con un parcial de uno menos, había logrado reaccionar para engancharse a la batalla. Primero, con un birdie en el 10 después de rozar el eagle con un putt larguísimo. Después, con un tirazo en el 11 para dejarse un putt de birdie de cuatro metros que embocó. y por último, con una gran recuperación desde el bunker del 12 para hacer su tercer birdie seguido.

En el 13, 15 y 16 tuvo en su putter la opción de ponerse líder en solitario, pero no acertó. Y en el 17 se fabricó otra opción más que le habría permitido salir al 18 mandando. Aun así, fue capaz de lanzar un sensacional segundo golpe desde la calle para dejarse un último putt de unos cuatro metros convertido en un match ball. Si lo embocaba, ganaba el torneo. Si fallaba, se vería abocado a jugársela en un playoff a tres ante Larrazábal y el inglés Smith… Y no midió bien la caída, perdiendo la posibilidad de estrenarse como ganador en el DP World Tour.

Un primer hoyo de playoff convertido en un concurso de putt

El primer hoyo del desempate, en el 18, fue un auténtico concurso de putt. Con salidas prácticamente calcadas, primero Arnaus, luego Larrazábal y después Smith estuvieron cerca de embocar desde la calle y se dejaron putts cómodos para birdie. Pablo embocó el primero, Adri perdió su oportunidad… y Jordan, apurando hasta el límite sus opciones, también acertó llevando el torneo a un segundo hoyo de playoff, esta vez entre dos jugadores.

Larrazábal calcó su golpe desde el tee, a la parte izquierda de la calle. Pero esta vez el inglés se equivocó y cerró mucho la bola, dejándola en una zona complicada de rough. Mientras Pablo volvía a fabricarse otra clara opción de birdie. Smith ‘aterrizaba’ en el antegreen, dejándose un larguísimo putt que de no embocar le abriría las puertas de la victoria al español. Y no sólo lo falló sino que erró también el putt de vuelta entregándole en bandeja la victoria al barcelonés.

Pablo no tuvo siquiera que utilizar los dos putts de los que disponía para ganar y con el primero terminó su torneo con un birdie ganador para conquistar su sexto título en el DP World Tour en un MyGolfLife Open que, en su primera edición en el circuito, deja sin duda un sensacional sabor para el golf español, con un ganador, un jugador empatado en el segundo puesto y otro en el sexto. Jorge Campillo (-13), 28º empatado, Santi Tarrío (-12), 35 empatado y Alejandro Cañizares (-10), 57º empatado completaro la nómina de la Armada en Sudáfrica.

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