Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Pablo Martín se queda a seis hoyos de la orilla…

Pablo Martín se queda a seis hoyos de la orilla…

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Durísima jornada de golf para Pablo Martín (-15), que saliendo en el partido estelar finalmente se ha quedado a tres golpes de la victoria en el Portugal Masters, obtenida por un sorprendente Richard Green (-18), con el que era difícil contar antes de comenzar el día. Gonzalo Fernández Castaño (-16) se ha aupado a un meritorio segundo puesto y, viendo como han ido las cosas, bien podía haber luchado por el triunfo…

Decimos que ha sido una durísima jornada para Pablo Martín, sobre todo porque ha habido varios momentos a lo largo de su ronda en los que la situación parecía moderadamente controlada, y además ninguno de los registros de todos sus posibles rivales parecía dispararse en exceso.

Y es que el desaforado ataque de hombres como Francesco Molinari (-16), que salía bastante pronto y que hoy ha entregado su segundo 62 de la semana, no tuvo continuidad sólida y decidida en los últimos partidos, donde aparentemente iba a jugarse el torneo. Es evidente que el estado de los greenes y esa brisa vespertina han complicado la vida más de la cuenta a los teóricos favoritos, pero incluso teniendo ello en cuenta, por unas cosas o por otras, realmente el resultado ganador ha sido mucho más bajo del esperado.

El ganador partía hoy con -11 y, aun habiendo entregado una excelente tarjeta de 65 golpes, realmente no es un resultado que 'escandalice' demasiado en este campo, visto lo visto, y que a priori pudiera darle la victoria a alguien que venía desde donde él venía.

Pablo, además, ha salido con la cabeza limpia y el juego en su sitio. Durante el primer tercio de vuelta ha hecho exactamente lo que uno imagina que debe hacerse saliendo con tres golpes de ventaja: no meterse en líos y aprovechar los pares 5 para mantener a todos a raya. Además, en ese tramo ha tenido alguna oportunidad más de birdie.

En el hoyo 7 llegaban los primeros problemas después de pegar su salida al agua. Tras el correspondiente doble bogey, tampoco se le ha visto sufrir. Es más, ha pateado para birdie con paciencia y orden en los cuatro siguientes hoyos. Realmente no ha conseguido dejarse opciones muy cercanas, pero sus putts llevaban todos intención e iban bien tocados desde esa distancia que va entre los cinco y los ocho metros. No entró ninguno.

El español mantuvo la cabeza fría. Y al fin vio la luz: un final de vuelta desafortunado de Green coincidía con un birdie de Pablo en el 12, que recuperaba así el liderato. Uno miraba la clasificación y en honor a la verdad ya no parecía que nadie pudiera llegar al registro de -19 que Martín enseñaba después de patear para eagle y dejarse el birdie hecho en ese hoyo 12. Bastaba con jugar al par el último tercio de vuelta, los últimos seis hoyos…

A partir de ahí ya nada fue como debía. Tres putts en el 13 mudaron de nuevo el gesto del jugador malagueño. Todo cuenta en una ronda de golf, desde ese putt de birdie fallado en el hoyo 2 que parecía casi intrascendente, hasta ese drive al agua en el 18 que ha terminado de arruinar su resultado. Pero si tuviéramos que quedarnos con alguna clave, quizá estuvo en los dos chips errados en los hoyos 15 y 16, que terminaban ambos con sendos bogeys. Así es este deporte, desde luego, y hay que ponerse ahí y acertar a imaginar la presión que se siente. Ni siquiera quien vive la experiencia te lo puede describir…

Martín necesitaba entonces dos birdies en los hoyos finales para forzar un desempate. No crean que no sacó la raza. Se jugó una madera 3 al límite en el par 5 del 17 buscando una opción de eagle. Y la obtuvo. Pero tampoco quiso entrar este putt de unos siete metros… El birdie, no obstante, le dejaba a un golpe del liderato. Pero se fue al agua de salida y ahí acabó todo. Aún tuvo la opción de mantenerse en segunda posición, pero tampoco atinaba con un último putt de unos dos metros y medio para bogey. 

Lo dicho: un día muy duro para este jovencísimo jugador (24 años) que, en todo caso, sigue mostrándonos un espléndido futuro. Jornadas como ésta curten lo suyo, no cabe duda, y forjan armaduras refulgentes.

Gonzalo Fernández Castaño (-16) ha completado un excelente torneo. No exageramos si decimos que de tee a green ha sido hoy el mejor de entre los candidatos al triunfo (entre los que no contamos a Molinari). En realidad ha sido de los mejores pegando a la bola toda la semana, y como muestra vale un valioso botón: durante el fin de semana sólo se han hecho siete birdies en el hoyo 18, que al final ha sido de largo el más difícil del campo, y resulta que el madrileño ha firmado dos de los siete, después de pegar sendos segundos tirazos el sábado y el domingo.  El problema es que ha sumado demasiados greenes a tres putts. Pero su juego está ahí y Castellón puede ser otra oportunidad más que interesante…

Nacho Garrido (-14) ha tardado en arrancar, pero al final también se ha metido en el top-ten merced a unos últimos ocho hoyos muy sólidos. Garrido nunca se rinde hasta embocar el último putt.

Pablo Larrazábal (-12),  no ha dejado de atacar toda la ronda (ha firmado ocho birdies…), pero se ha mostrado un pelín acelerado en momentos puntuales y esa circunstancia le ha impedido entregar un tarjetón que al final bien pudiera haber valido un puesto de altos vuelos.

Miguel Ángel Jiménez (-10), que ha sufrido hoy más de la cuenta de tee a green, Rafael Cabrera Bello (-9) que ha terminado con una gran vuelta de 68 golpes, y Álvaro Quirós (-5), que no ha metido un putt en toda la semana (32 putts el día que menos…)  completan  los resultados de la Armada.

Resultados finales

Así vivimos la última vuelta del Portugal Masters