La segunda jornada del Trofeo Hassan II ha comenzado tal y como apuntaban las previsiones. Aprieta el viento. Sopla el Chergui. Las ráfagas superan los 40 kilómetros por hora y, sobre todo, es muy racheado, complicado de calcular…
Está nublado y el calor, de momento, no es asfixiante. Veremos por la tarde. Estamos en el Palais Royal, un recorrido que se está jugando con más viento que ayer y que supone un verdadero desafío para los jugadores. Los greenes en forma de flan castigan cualquier tiro que se mueva en un diámetro de dos metros del objetivo. Por todo ello, hay que destacar el prometedor arranque de Pablo Larrazábal, dos bajo par en once hoyos para -4, de momento puesto de top ten, aunque queda todavía mucha tela que cortar. Más aún en este campo que espera con la guadaña detrás de cada rincón.
El juego de Pablo es tan REAL como siempre. Auténtico. Cuando falla un tiro, como el hierro 5 del hoyo 4 que acabó en los arbustos y le castigó con bola perdida y doble bogey, es mejor mirar para otro lado. Lo vive. Es visceral. Pero también es verdad que le dura un suspiro. Al minuto ha descargado todos los malos pensamientos y ya está pensando en el siguiente tiro. Por ejemplo, en el 5 (par 5), justo después del doble bogey, pegó una salida con el driver sublime, bajita, peleando contra el viento, larga… Después, gran putt de unos cinco metros para birdie a tablero, como le gustan al español. “Ya me he cansado de quedarme corto en los putts largos”, explica después de sacar el puño para celebrarlo, ahí mismo, en el green… Pablo, real como la vida misma.
Larrazábal está jugando muy bien, pegando grandes tiros, sobre todo desde el tee. No nos cansamos de decir que apenas llevamos la mitad de la segunda vuelta y hay que ser prudentes, pero las sensaciones son buenas. En el 6 salvaba un par con un putt también de unos 4-5 metros y después ha tirado para birdie en el 7, el 8 y el 9. Estos dos últimos después de dos tirazos. El hoyo 8, par 3 largo, es un monstruíto. Pablo la ha dejado a tres metros desde el tee. Extraordinario. En el 9 fallaba un putt de birdie a menos de dos metros, la distancia que está siendo su caballo de batalla en los últimos tiempos.
Recordemos que las dos primeras jornadas de este Hassan II Trophy son Pro-Am. Para rematar la ‘realeza’ de Pablo, hay que decir que el amateur que está jugando con él es un primo del Rey Mohamed VI. Habla español perfectamente y llevan un partido agradable. Los empleados del club se cuadran cada vez que ven pasar este partido. Más de uno, incluso, le besa la mano. Es de los pocos que puede moverse a sus anchas por este campo sin la acreditación en la boca.
No podemos cerrar esta crónica provisional sin destacar igualmente el buen resultado de Rafa Cabrera Bello en el otro campo, L’Ocean. Marcha uno bajo par después de siete hoyos, para un total de -3.
El hombre del día de momento es Mikko Ilonen, que marcha seis bajo después de once hoyos en el Palais.
