Adrián Otaegui vuelve a París, una ciudad talismán con la que mantiene un idilio muy especial. Aquí fue donde consiguió su primera victoria entre profesionales cuando apenas tenía 17 años…Ahora, regresa para disputar el Open de Francia después de superar una exigente y cotizadísima previa. Hablamos con el joven español…
Fueron dos rondas de 18 hoyos más otros tres de desempate. Total, 39 hoyos en un día para estar en uno de los torneos más importantes del año en el Circuito Europeo. Sangre, sudor y lágrimas. Otaegui recuerda cómo fue la previa. «Me fue muy bien, la verdad. En la primera vuelta hice -3 y en la segunda -5. Gran juego de hierros y disfrutando», recuerda el golfista vasco.
Sea como fuere, aquel -8 total no fue suficiente para asegurarse su plaza en el Open de Francia. Aún tuvo que jugar un desempate con Perrier y Maestroni por dos plazas. Jugó de libro. «Tuve que esperar unas dos horas al play off, aunque media hora antes ya calenté, pegué bolas… El primer hoyo era un par tres. Yo la dejé en green a ocho metros y casi hago el birdie. Perrier tuvo que embocar desde tres metros para seguir. El segundo hoyo fue un par cuatro. Fui a calle, green a cinco metros, y otra vez muy cerca. Maestroni, esta vez, eombocó desde 2,5 metros para seguir. El tercer hoyo fue un bonito par 4, con un lago grande a la izquierda y delante del green. De nuevo, jugué a la calle y cacé el green, a 3 metros, y esta vez sí, entró. Birdie para mí, par para Perrier y bogey para Maestroni».
El objetivo ya está cumplido. Ahora toca disfrutar y soñar, por qué no, con algo importante en este Open de Francia. «Estoy muy contento de poder jugarlo», asegura. Sería, sin duda, una gran punto de inflexión en la temporada. París, bien vale una fiesta.
El recuerdo no puede ser mejor. En la capital gala ganó su primer torneo entre profesionales en 2010. Fue el Open International Paris, cita perteneciente al Alps Tour.
