Este jueves comienza el Alfred Dunhill Links Championship, que se disputa como cada año en tres sedes: Old course de St. Andrews, Carnoustie y Kingsbarns. Torneo millonario y normalmente festivo…
Millonario, porque el ganador se embolsa más de seiscientos mil euros. Festivo, por tres razones. Por un lado, los profesionales juegan tres días formando equipo junto a amateurs, muchos de renombre (el corte se establece después de haber rotado por los tres campos). Por otro, los resultados suelen ser abultados (David Howell ganó en 2013 con -23) y abundan los tarjetones, sobre todo en Kingsbarns, donde varias veces se ha rozado la posibilidad del 59. Y por último, como no, esta vez también servirá de agasajo, reconocimiento y felicitación a los flamantes ganadores de la Ryder (juegan McGinley, McIlroy, Kaymer, Dubuisson y Gallacher).
Sin embargo, puede que en la presente edición la fiesta no lo sea tanto. Las previsiones anuncian vientos muy fuertes el jueves, sobre todo en las últimas horas de juego, y el viernes, sobre todo en las primeras. Todo ello salpimentado con agua de la tierra caída del cielo, claro. Así que, si se cumplen dichas previsiones, es seguro que este año no habrá que llegar hasta -9 el sábado para pasar el corte y meterse en la jornada final, que se disputa en St Andrews, tal y como ocurriera el año pasado.
Viento, agua y bastante frío (el fin de semana bajan las temperaturas, aunque a priori soplará algo menos el viento). Fiesta, pero no tanto…
Nueve jugadores españoles en acción: Álvaro Quirós, Pablo Larrazábal, Jorge Campillo, Rafael Cabrera Bello, Alejandro Cañizares, Carlos del Moral, Nacho Elvira, Adrián Otaegui y Eduardo de la Riva. Estos tres últimos pueden encontrar aquí una buena ocasión de mejorar su apurada situación en la Race. Con semejante bolsa de premios y aunque varía según los casos, un top-15 puede ser casi definitivo para ellos.
