No existe, seguramente, ningún deportista que se exponga con semejante y descarnada franqueza ante los medios. Nos referimos, por supuesto, a Álvaro Quirós. Sobre todo en el sentido de no callar, disfrazar o suavizar lo que piensa, sea o no políticamente correcto. Sea o no LA verdad, más allá de SU verdad…
Después, se puede estar o no de acuerdo, pero nosotros nos quedamos siempre con él, con su forma de ser, con esa frescura, aunque en ocasiones resulte hosca o ingenuamente altiva.
Hoy, por ejemplo, aún le pedía más al campo, a su golf, y a los hados que rondan o dejan de hacerlo, según se vea, cada recorrido. Y eso después de haber firmado un 64, récord de este recorrido norte de la Real Sociedad Hípica (igualando el registro de ayer de Storm)… Y eso después de haber acabado con eagle en el 18 (para los despistados: un par 4 de 355 metros).
Tomen nota, por favor. Hoyo 18. Quirós llega con un -11 en su casillero después de hacerle birdie al 16 y 17. Igual que Fernández Castaño el viernes, se ha ido a la carpa de hospitalidad situada en el flanco derecho de la entrada a green. Dropa sin penalidad y la bola queda situada en rough a 53 metros del hoyo; pega un golpe tendido, a botar en la entrada de green, la bola rueda… Y emboca. Eagle para rematar un excelente día de golf en el que le ha dado la vuelta a su torneo como a un calcetín. Y ahora, sus declaraciones:
“He jugado muy bien los tres días sin conseguir poner mi nombre entre los líderes. Ojalá el campo me devuelva mañana los golpes que yo creo que me debe, aunque hoy he acabado con un golpe de suerte. Hoy he metido dos putts buenos, pero el resto… De todos modos, estoy contento, por supuesto: virgencita, que me quede como estoy”. Lo dicho: reconoce cierta buena suerte en ese eagle final, se muestra satisfecho… Pero no del todo: aún pide más, a pesar de haber entregado un galáctico 64… Decir algo así no es políticamente correcto, pueden tacharte de iluso o engreído (ya le ha ocurrido), pero no deja de ser fascinante. Seguramente porque ni es un iluso, ni es un engreído. Y a las pruebas hay que remitirse.
Al final, pues eso, un acumulado de -13 y las puertas abiertas para luchar mañana por la victoria con todas las de la ley. “Donald no es un cualquiera. Es top-15 del mundo y va muy recto. Este campo le va muy bien, va a ser muy difícil”, sentencia el jugador andaluz.
A pesar de la exhibición del de Guadiaro, los líderes son Luke Donald (-16) y un magistral Rhys Davies (-16), que mañana repiten en el partido estelar. Por delante de ellos, Quirós y Francesco Molinari (-14), o ‘Molinete’, que diría Álvaro. Una pareja de golf de
Davies ha entregado un 67, salvando un momento muy delicado en el hoyo 7, que saldaba con doble bogey. “He cometido dos pequeños errores que he pagado severamente, pero no me ha afectado y a continuación he hecho tres birdies”, comentaba el galés al finalizar. Por cierto, eso de hacer birdies siempre resulta más fácil si se patea como Rhys, que anda tocado por una varita cuando coge el putter.
¿Y Donald? Pues a lo suyo. De líder. Desde el jueves. Sin entregar una tarjeta por encima de los 68 golpes y con sólo tres bogeys en 54 hoyos… Levitando. A favor de sus competidores juega la estadística: qué difícil es hacer cuatro rondas consecutivas de 68 o por debajo de este guarismo… La estadística, en todo caso, está para que los grandes jugadores la rompan en mil pedazos. Y Luke lo es. “Ha sido una vuelta sólida, aunque no he pegado a la bola tan bien como ayer. Creo que mi actitud es buena”, señalaba.
