Pep Anglés (-9) está muy bien situado de cara al fin de semana en el Czech Masters, después de firmar tarjetas de 68 y 67 golpes y de mostrar un juego afilado y consistente. El español, muy retrasado en la Race to Dubai, necesita buenos resultados cuanto antes para afrontar la recta final de la temporada, a ser posible, sin los agobios de otros años. Pero él no pierde la compostura, ni tampoco la esperanza de encontrar la senda correcta. Es más, hace mes y medio aproximadamente se comprometió con su equipo de trabajo a elevar radicalmente las cargas de entrenamiento durante todo el verano y en todas las parcelas. En concreto, se puede señalar sin miedo a la exageración, que ha doblado dichas cargas de trabajo y que, además, está cumpliendo a rajatabla con el plan establecido.
Ahora, al fin, ya bien entrado el mes de agosto, está empezando a recoger frutos contantes y sonantes, aunque él ya había detectado interesantes brotes verdes. “Llevaba ya un tiempo jugando bien e incluso haciendo buenas vueltas, como aquella de 66 golpes en St. Andrews (Hero Open). Llevo ya unas ocho semanas con el nuevo plan de trabajo al que me comprometí y me da mucha alegría ver que va dando sus frutos, porque esto es golf y es deporte y ni siquiera un trabajo duro y bien hecho te garantiza que todo vaya a salir muy bien”, reflexionaba hoy para Tengolf, después de haber firmado un espléndido registro de 67 golpes que lo sitúa dentro del top ten, a cinco golpes del líder, Gavin Green.
En Gales, hace dos semanas, ya conseguía finalizar en un más que decente puesto 25º y, de alguna manera esta semana ha subido otro peldaño, aunque todavía queda un largo fin de semana por delante. Pero ya hay un dato concreto que, a nivel emocional, vale mucho: “estaba bastante tranquilo, porque ya digo que yo me veía en el campo incluso mejor de lo que decían los resultados, pero me da mucha confianza haber hecho hoy un 67, porque me estaba costando tener esa consistencia en segunda jornada. De todos modos, aún me falta mucho camino por delante, aún me queda para llegar a ese punto de juego y confianza donde yo creo que puedo estar”, concluía el jugador catalán, que mañana sale a jugar a las 12,55 (hora peninsular española) junto al australiano McLeod y una hora antes del partido estelar que componen Thomas Pieters y Gavin Green.
