Álvaro Quirós (+8) finalizaba una meritoria ronda de 73 golpes que le aseguraba el corte y se marchaba raudo al campo de prácticas con su nuevo entrenador, Brad Malone. Allí, mientras el sol iba cayendo, estaba más de una hora pegando bolas. Y casi sin luz, abandonaba el último la zona de práctica hablando todavía con el profesor. Antes de salir a jugar ya habían estado trabajando juntos, más allá del clásico calentamiento previo a la competición, porque todo lo que sea ganarle terreno al nuevo swing es bueno… La semana del Open de España se ha convertido para el de Guadiaro en una auténtica carrera de obstáculos, y de momento hay que reconocer que ha salido airoso.
Según confesaba Quirós a Tengolf, en esta segunda ronda ha tratado ya de poner en práctica las novedades técnicas (se pone algo más lejos de la bola y el swing es más amplio) que viene trabajando con Malone. Ese era el acuerdo al que habían llegado. Y por ello seguramente tiene aún más mérito el hecho de haber pasado el corte en un escenario terrorífico, que eso es lo que era hoy Valderrama, con el viento tontorrón, los greenes firmes, el rough espeso alrededor de green… Al final de la dura jornada el jugador no sabía bien si sentirse satisfecho o simplemente extenuado.
