Thongchai Jaidee (-11) ha manejado con autoridad la última jornada de la 100ª edición del Open de Francia y ha sumado su octava victoria en el circuito europeo, la más importante de todas si nos atenemos a la bolsa de premios (se lleva más de medio millón de euros) y seguramente también al rango de la nómina de participantes, con casi un tercio del top-100 mundial en juego. El tailandés, con 46 años cumplidos el pasado noviembre, dejó hace tiempo de ser una presencia exótica en el golf mundial, para transformarse en un jugador hecho de pura roca que además mejora y mejora con el tiempo.
Su última vuelta de hoy en el Albatros course del Golf National ha sido un homenaje a la consistencia, apuntalada desde el inicio, todo hay que decirlo, en un mal arranque de sus principales rivales. A saber: Jeung Hun Wang (vuelta de 78 golpes), Rory McIlroy (71) y Bernd Wiesberger (75). Jaidee ampliaba su ventaja en los primeros compases y se hacía fuerte con la regla y el cartabón en la mano, jugando de manual un campo en el que un solo error grave puede llevarte a la ruina.
Por ese lado, el del ganador, apenas hubo emoción. Pero había otros frentes abiertos y rebosantes de incertidumbre. Por ejemplo, el de las cuatro plazas del British que se repartían y que han ido a parar a manos de Brandon Stone, Alex Noren Callum Shinkwin y Richard Sterne. Antes del desenlace, Jorge Campillo llegó a soñar con la posibilidad de meterse en su primer Grande, gracias a un espléndido inicio de vuelta con un eagle en el 3 y un birdie en el 5. Por desgracia, un doble bogey en el 6 cambiaba el signo de su vuelta. Ya no pudo recuperarse del varapalo…
Rafa Cabrera Bello (-5) sí que ha dado un salto de gigante en su lucha por meterse por primera vez en el equipo europeo de la Ryder, firmando para ello el segundo mejor resultado del día, un 67 de enorme valor que lo llevaba hasta la cuarta plaza. El canario ha sido, por ejemplo, mucho mejor que Jaidee de tee a green esta semana, pero el tailandés no ha encontrado rival en los greenes. Fin del debate. Rafa mejoraba con el putter durante el fin de semana, justo a tiempo para rescatar otro top-5 y mirar cara a cara a los ojos del capitán, Darren Clarke. Porque en un torneo donde se repartían muchos más puntos de los que hubieran correspondido (un millón para el ganador en la Eurpean Points List y 64 en la Word Points list), de acuerdo a la medida establecida por el European Tour para penalizar al Bridgestone Invitational, resulta que el español ha mantenido a raya a sus rivales más directos, ampliando incluso con la mayoría de ellos su ventaja (Sullivan, Olesen, Lowry, Westwood, Kjledsen, Pieters o Kaymer), fundamentalmente en la World Points list, que es la vía por la que Cabrera está dentro del equipo en estos momentos.
Con dos Grandes por jugar no puede decirse que lo tenga hecho, ni mucho menos. Es más, es a partir de ahora cuando comienza un largo y apretado sprint de incierto desenlace. Pero Rafa sumará a partir de mañana alrededor de 160 puntos brutos, afianzando su posición y acercándose mucho a ese objetivo de sumar en torno a los 180 puntos, una cifra que, en una estimación muy realista, podría asegurarle una plaza en Hazeltine. En este sentido, por qué no decirlo, el triple bogey de Sullivan en el 18 ha echado una manita, pero de nada servirían estos guiños del destino si Rafa no sustentara su candidatura en actuaciones notables como la de esta semana. Ese es el camino: ganarse un puesto en el equipo por méritos propios, sin fiar la suerte en rebotes y carambolas. Pinche aquí para consultar los resultados.
