Rafa Cabrera Bello (-17) se ha aupado hasta el liderato en solitario del Open de España después de entregar una espléndida tarjeta de 64 golpes, siete menos en el día. Mañana saldrá en el partido estelar con dos golpes de ventaja sobre sus compañeros de partido, el francés Julien Guerrier (-15) y el español Adri Arnaus (-15). Otra vez, como se ve, el golf español será protagonista en la última jornada del Abierto nacional, aunque en esta ocasión no sea Jon Rahm quien parta como principal favorito.
El canario, que incluso en este complicado año 2021 no ha dejado de empalar con ese ritmo de seda a la bola (no sabe hacerlo de otra manera…), se ha gustado hoy en el Club de Campo Villa de Madrid, un recorrido donde se siente como pez en el agua. Sencillamente le encanta. Apenas ha pasado apuros (en el hoyo 2, donde salvaba un buen par, y poco más) y en realidad no ha dejado de patear para birdie en toda la vuelta, con mención especial para el tirazo que pegaba en el hoyo 13, donde se dejaba el birdie dado. Si nos vamos hasta la edición del Open de 2019, que también se disputó en este campo con las actuales medidas, resulta que la media de golpes del español en el Club de Campo es de 66,14 golpes por vuelta, casi cinco menos. Pues sí, parece que le gusta…
Como es bien sabido, Rafa tiene tres victorias en el circuito europeo, pero curiosamente en ninguna de ellas ganó saliendo de líder el domingo, sino viniendo desde atrás. Es cierto que al líder al inicio de la última ronda suele costarle rematar la faena y son muchas las ocasiones en que no lo consigue. Pero no es menos cierto que cualquier jugador desea esa situación, al fin y al cabo. Para Rafa la espera ha sido larga: la última vez que salió de líder un domingo fue el 11 de junio de 2017, hace más de cuatro años, en el Fedex St. Jude Classic, torneo del PGA Tour, aunque en aquella ocasión lo hiciera acompañado en la primera posición con otros dos jugadores, Stewart Cink y Ben Crane.
El triunfo mañana supondría un espaldarazo impresionante para el canario, que hace unas semanas perdía sus derechos de juego completos en el PGA Tour, y además lo metería de cabeza en la Final de Dubai, que era uno de sus objetivos en este tramo final de la temporada.
No lo va a tener nada fácil. Es más, a pesar de la ventaja va a necesitar un buen puñado de birdies con toda seguridad, en un campo donde esta semana ya se han firmado varias tarjetas en sesenta y muy pocos. Es más que probable que lleguen varios y profundos ataques de los partidos que van delante y ni siquiera Jon Rahm, que sale cuarenta minutos y varios partidos antes, quiere bajarse todavía del caballo. Este sábado el vasco no ha conseguido poner en liza su mejor versión, más bien se ha visto una inusual en su caso, demasiado errática, pero él no descarta la remontada.
