«Estoy siendo paciente y también estoy jugando alegre». Son palabras de Rafa Cabrera Bello (-11) después de firmar un 65 en la segunda jornada del Hong Kong Open, cinco menos en el día que le han hecho aún más líder, con una ventaja de tres golpes sobre su inmediato perseguidor, el australiano Sam Brazel (-8).
Palabras que, seguramente sin quererlo, describen del modo más sencillo el estado y la actitud ideales de un jugador de golf profesional cuando compite. Paciencia y alegría. Paciencia y espíritu positivo, si ustedes lo prefieren. Virtudes que, bien agitadas en la coctelera, suelen traducirse en un equilibrio que marca la diferencia: guardarse cuando toque y atacar sin complejos en cuanto se pueda. Sobre todo en un recorrido como el del Hong Kong Golf Club, donde los remilgados y los aventureros pueden pagar igual de caro los excesos…
Esta vez no ha cazado el ciento por ciento de los greenes, y hasta se le ha visto desde el tee algo más irregular de lo que en él es costumbre, pero no ha dejado de jalonar la vuelta con auténticos tirazos y podría asegurarse sin miedo alguno a caer en la exageración que su resultado se ha quedado corto. Los 129 golpes que suma en los 36 primeros hoyos es el mejor registro de su carrera en las dos primeras vueltas de los 282 torneos que acumula, según estadísticas del European Tour. En realidad el canario no deja de abrir horizontes, porque lleva desde octubre de 2015 sin fallar un corte en el circuito europeo, que se dice pronto (recordemos, por ejemplo, que en 2016 fue uno de los escasos catorce jugadores del mundo que pasó el corte en los cuatro Grandes).
Dejando aparte a Cabrera Bello, la Armada no ha estado tan brillante en conjunto como el jueves, pero siete de los ocho españoles estarán presentes el fin de semana, lo que en sí mismo ya es un aliciente. Carlos Pigem (-4, hoy ha firmado otro 68) sigue trasmitiendo fantásticas vibraciones y Miguel Ángel Jiménez (-3) ha dejado claro que aún tiene mucho que decir en ‘su’ torneo. Si el sábado empieza embocando algún putt de media distancia y coge carrerilla…
Jorge Campillo (-3) encadenaba hasta catorce pares seguidos y no terminaba de darle la vuelta a la jornada, mientras Nacho Elvira (-1) salvaba como buenamente podía un día tontorrón. Pablo Larrazábal (-1) no termina de romper esta semana, pero muestra su oficio. Y Pep Anglés (PAR) ha salvado el corte y, una vez conseguido este objetivo, no hay que descartar que se apunte a la remontada.
De los nombres ilustres hay que destacar el de Danny Willett (-6), que hoy ha ganado mucho terreno y que puede convertirse en una de las amenazas más serias para Rafa.
