Encontrarse a 35 jugadores chinos entre los últimos 58 clasificados tras la primera jornada de un torneo como el Shenzhen International no es nada raro. Mucho más lo es que el líder lo sea, Wen Yi Wang (-6), sobre todo si además se trata del número 1.189 del mundo…
Pero así están las cosas. Wang, de 34 años, que tiene como mejor logro en un gran circuito un séptimo puesto en el BMW de Munich en 2013, ha comenzado inspirado en el Genzon Golf Club (Shenzhen, China), un campo que tampoco da muchas facilidades, con unos greenes difíciles de leer y calibrar en general.
Rafael Cabrera Bello (-3), por ejemplo, sufría desesperadamente por la primera mitad del recorrido, con tres tripateos que lo llevaban al fondo de la clasificación. Su juego estaba siendo consistente de tee a green, pero no encontraba el modo de hacer resultado. Sin embargo, el canario conseguía mantener la cabeza fría, pensando sencillamente que antes o después tendría que recoger los frutos. Y así fue. Incluso por partida doble, y hasta triple: Cabrera sumaba hasta seis birdies por los últimos diez hoyos del campo, cogiéndole al fin la medida a los greenes, y se encaramaba al top-ten del torneo, a tres golpes de la cabeza.
Jordi García Pinto (-2) ha cerrado el día con un excelente resultado, gracias sobre todo a una gran exhibición alrededor de green, donde sacaba adelante siete de las ocho recuperaciones que tenía que afrontar. Jorge Campillo, Alejandro Cañizares y Álvaro Quirós, todos ellos con tarjetas de 72 golpes, al par del campo, aún tienen que encontrar su mejor versión. Cañi ha sido uno de los que más ha sufrido en los greenes: dos tripateos y 35 putts al final.
Pablo Larrazábal (+1) aún está dentro de la línea del corte; un triple bogey en la recta final de su vuelta después de irse al agua en el 15 y tripatear en ese green, estropeaba una jornada que traía bajo control. Adrián Otaegui (+4) reaccionaba al final de una vuelta aciaga con birdies en los hoyos 8 y 9, pero va a tener que luchar mañana de lo lindo para jugar el fin de semana.
