Rafael Cabrera Bello (-5) no se baja del burro y ha liquidado la primera ronda del Omega Dubai Desert Classic con un golf sereno y poderoso. Como la semana anterior en Qatar. Y la anterior en Abu Dhabi…
Con el viento soplando más fuerte en el turno vespertino de juego, su registro (que en el momento de firmar la tarjeta le había llevado hasta la segunda posición) acabará el día muy arriba, de nuevo con los mejores. En la pomada, como a él le gusta decir.
Al canario también le ha cogido en el campo el momento en el que el viento se ha levantado con más fuerza y ha tenido que lidiar en estas condiciones los segundos nueve hoyos.No era un vendaval, aunque afectaba al juego. Sin embargo, Rafa parece estar ahora mismo un escalón por encima de las circunstancias, las que sean. No en vano, ha cazado 17 greenes y ha cogido de dos el green en dos pares 5…
Matiz arriba o abajo, lo cierto es que se mantiene en la misma línea a lo largo y ancho de la Gira del Desierto. En nueve rondas ya firmadas en Oriente Medio arroja una media de casi quince greenes en regulación por vuelta (14,7), una auténtica maravilla en cualquier caso, pero una barbaridad si tenemos en cuenta que en Qatar los jugadores se chuparon cuatro jornadas muy ventosas. Lo mismo podría decirse de la media tan baja de bogeys que lleva por vuelta: en nueve jornadas sólo ha sumado trece (1,4 de media) y un doble bogey.
«Hasta se puede decir que he pateado diecinueve veces para birdie en la vuelta, porque sólo he dejado un green sin coger y estaba de dos en green en dos pares 5», comentaba sonriendo mientras se marchaba de la zona de entrega de tarjetas.
No es tiempo de ir rumiando el cuento de la lechera, cuando todavía faltan 54 hoyos y encontramos ya a unos cuantos morlacos ahí arriba: Noren (-6), que iba jugando junto al español, McIlroy (-4), McDowell (-3), Stenson (-3)… Pero hay datos que no se pueden dejar en el tintero: una victoria de Cabrera Bello lo metería de lleno dentro del equipo de la Ryder a través de la World Points List, y hace mucho tiempo que no se ve en febrero a un español en esa situación, al margen de Sergio García. Es muy difícil, complicadísimo. Pero no imposible en vista de cómo está jugando el canario.
