Jon Rahm (-3) ha jugado mucho peor que el jueves (es él quien lo asegura), pero eso no quita para que se haya aupado hasta las primeras posiciones del Open de Francia tras entregar un 69 en el turno matutino de juego, ya finalizado, y con el vespertino en el fragor de la batalla.
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Sopla el viento, pero no tanto como ayer, y se han adelantado algunos tees, para desagradable sorpresa de muchos jugadores, que entienden que se favorece así al turno vespertino de hoy. Así que el recorrido Albatros del Golf National no aprieta tanto, si bien el 65 de Marcus Kinhult (-6) no deja de ser un cañón, porque este campo se las trae con o sin viento. Sigue siendo un durísimo test de golf. El joven sueco, líder provisional a la espera de lo que haga por ejemplo Bradley Dredge, pasaba los nueve primeros con un parcial de 30 golpes, seis menos en este tramo, pura ciencia ficción…
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Si no fuera por el hoyo 15, es muy probable que Jon liderara ahora mismo el torneo. De allí ha salido el joven español con sendos dobles bogeys el jueves y el viernes, lo que tampoco escandaliza demasiado, porque realmente es un hoyo muy tenso; lo raro es que le haya ocurrido pegando el segundo tiro desde el centro de la calle… “Hoy nos ha faltado comunicación. Adam (su caddie) me ha dicho que pegara un tipo de disparo y yo no le he entendido bien, aunque el tiro tampoco ha sido bueno, no tenía calidad”. No hay que darle más vueltas y él no se las da. De momento se le ha atravesado, ya veremos qué pasa durante el fin de semana. Se le ve muy metido, entero, disfrutando el reto, muy positivo. Este Jon es una bomba de relojería para el resto.
La Armada española mantiene un excelente puñado de opciones. Rahm es ahora mismo la punta de lanza, pero Pedro Oriol (-1) ha confirmado su recuperación: vuelve a pasar un corte y además se ha metido arriba en una semana mega exigente. Lo normal es que el madrileño finalice el día dentro del top ten y, por lo tanto, dentro de los últimos partidos del sábado.
Más madera: Sergio García (PAR, hoy vuelta de 70 golpes) tampoco va a acabar muy lejos de las primeras plazas, con todas las opciones abiertas de cara al fin de semana. Es curioso, pero al igual que Jon, en un campo algo más sencillo, con los greenes más blandos y menos viento, su nivel de juego ha bajado respecto a la primera ronda. La tarjeta bajo par del castellonense, en todo caso, es muy meritoria, puesto que hasta el hoyo 3, el duodécimo de su vuelta, no enderezaba de verdad las maderas. Hasta ese punto había ido sobreviviendo, fallando bastante desde el tee, metiéndose en problemas y saliendo de alguno de ellos (en el hoyo 12, sobre todo, pegando en una colina con la bola casi a la altura de las caderas) con una maestría fuera de toda categoría.
Nacho Elvira (PAR) y Jorge Campillo (+2) venían como un tiro: el cántabro, tres menos en los primeros cuatro hoyos; el extremeño, cuatro menos por los primeros nueve. Luego, es cierto, Jorge terminaba pidiendo la hora, pero dentro de la pomada, que es de lo que se trata, mientras que Nacho se mantenía sereno y estable y apunta con más razón a todos los objetivos en los últimos 36 hoyos. Todo un abanico de opciones el de la Armaba en este fin de semana galo, que se presenta vibrante, épico. Seguro que a ninguno de ellos les preocupa perderse el España-Rusia de los octavos de final del Mundial, si es que están pegando bocados por ganar posiciones en la zona caliente de la clasificación…
