– Charl Schwartzel (-16) ha pasado por encima de cualquier circunstancia y de todos sus rivales para llevarse el Tshwane Open, su segunda victoria de la temporada, que ha venido a producirse, además, en su primera comparecencia en competición en el año 2016.
– El fino pegador sudafricano ha firmado un 63 y se ha dado un auténtico paseo triunfal durante los últimos hoyos en el complicado Pretoria Country Club. A su favor ha jugado, por supuesto, la eficacia de su golf y ese eléctrico parcial de cuatro menos que ha producido entre los hoyos 6 y 9, con dos birdies y un eagle en ese tramo. Pero también el hecho de que ninguno los rivales que partían más cerca de la cabeza conseguía apretar la situación o ponerle en apuros en algún momento.
– Los ataques más serios y potentes que recibía venían de jugadores que habían arrancado muy lejos de la cabeza, como es el caso del danés Jeff Winther (-8), que entregaba un 64 para acabar en segunda posición, pero que había salido a siete golpes de Schwartzel.
– Es la octava victoria de este jugador en Sudáfrica, que todavía no ha conseguido ganar un solo torneo del calendario regular del circuito americano en más de cien apariciones (lo cortés no quita lo valiente: sí ganó el Masters de 2011, un triunfo que trasciende y justifica toda una trayectoria, por supuesto).
– Los jóvenes valores sudafricanos que salían con la ilusión de poner en aprietos a su ídolo no han tenido su día. Zander Lombard (-4) terminaba con dos dobles bogeys en la recta final, y tampoco Dean Burmester (-5) o Haydn Porteous (-1) ponían en marcha la maquinaria. Sin embargo, no dejan de mostrar al mundo su imparable evolución.
