Bryce Easton (-11) es el sorprendente líder del Mallorca Golf Open después de la segunda ronda en el recorrido uno de Santa Ponça. Tan sorprendente como que es la primera vez que lidera un torneo del European Tour después de cualquier ronda. El sudafricano, de 34 años, es un trotamundos del golf, lo que se conoce en el mundillo como un ‘journeyman’. Es profesional desde hace diez años y ha jugado allá donde ha podido, allá donde le han dejado: África, Asia, Europa, segundas y terceras divisiones… Lo que tocaba. Easton es un jornalero que llegó a estar un año entero viajando de torneo a torneo sin pasar por casa para ganarse el pan. Lo que haga falta, donde haga falta y como haga falta.
Easton es el líder aunque de momento hay que colocarle la etiqueta de provisional, ya que no ha podido completar la segunda jornada. Poco antes de las siete de la tarde se paraba el juego por falta de luz, él ya estaba en el hoyo 18 pero ha preferido no acabar. Eso sí, tiene cuatro golpes de ventaja, por lo que salvo tragedia infinita en el 18 debería empezar la tercera ronda como líder del torneo.
Bryce Easton tiene 34 años y jamás ha liderado un torneo del European Tour
A la caza de Easton tenemos a cuatro jugadores, el danés Jeff Winther (-7), que ha aguantado hoy el tirón con una vuelta de 71 golpes, y los españoles Álvaro Quirós, Jorge Campillo y Sebastián García Rodríguez. Sólo un golpe por detrás tenemos a una jauría de siete golfistas entre los que se encuentran, entre otros, Matti Schmid, Laurie Canter y Sebastian Soderberg. Realmente, más allá del destacado líder, la clasificación está muy apretada. Hay 30 jugadores en cuatro golpes.
Los tres españoles que están arriba pelean por diferentes objetivos. Campillo se quiere meter en la Final de Dubai, Quirós pelea por mantener los derechos completos del European Tour y Sebastián García Rodríguez se está jugando dos hitos que nunca antes consiguió en su carrera. Nos centramos en el madrileño porque sus cuentas van más allá de tener la mejor categoría posible el próximo año en el Circuito Europeo.
Lo primero que se está jugando Sebas es mantener por primera vez en su carrera la tarjeta del European Tour, lo cual no estaría nada mal si tenemos en cuenta que es la primera vez que ha podido disfrutar de los derechos de juego mediante el Challenge Tour. De acabar entre los 123 primeros de la Race to Dubai, veremos si finalmente son 123, 122 ó 121 (depende de si caen Sungaje Im y Matti Schmid en la clasificación), Sebas disfrutaría por primera vez en su carrera de la categoría 10, lo que le permitiría jugar en todos los torneos del calendario regular el próximo año. Para amarrarlo necesita terminar aquí en Santa Ponça como mínimo quinto en solitario. Un sexto le podría valer, pero ya iría muy justo, lo mismo que un quinto empatado. Ahora mismo, segundo empatado con otros tres, le daría de sobra para ganarse un año más de European Tour con todas las de la ley.
El dilema de Sebas entre Portugal y Mayakoba
Pero la tarjeta no es lo único que se juega Sebas este fin de semana. También está en el aire un sueño. Dentro de dos semanas debería hacer su debut en el PGA Tour en el torneo de Mayakoba. Se ganó su plaza en la Villa Magna Qualifier de Madrid. Pero claro, la semana de Mayakoba coincide con la de Portugal, penúltima oportunidad para mantener la tarjeta. Si esta semana no suma lo suficiente y necesitara un empujón extra, se vería obligado a sacrificar Mayakoba por jugar en Portugal. Eso sí, hay que hacer una salvedad. Ahora mismo Sebas está fuera de Portugal. No entra. Es el decimoséptimo reserva, por lo que incluso necesitándolo para mantener la tarjeta podría quedarse fuera y se tendría que ir a Mayakoba. En los próximos día puede cambiar mucho esa situación de los reservas, aunque ganar 17 posiciones se antoja muy complicado.
Por todo ello, Sebas quiere dejarlo todo arreglado en los próximos 36 hoyos y dejar así de hacer cuentas. También se podría meter en Portugal si termina aquí entre los diez primeros. En este sentido, si finalizara en Mallorca octavo, por ejemplo, jugaría en Portugal por top ten y porque necesita más puntos para retener los derechos de juego y se perdería Mayakoba. En cualquier caso, conviene también hacer un matiz. Aunque no mantenga los derechos completos, Sebas sí tiene ya garantizada una categoría que al al menos le permitiría jugar el próximo año de 15 a 20 torneos. Obviamente, esto quita algo de presión, ya que no pasaría del todo a la nada.
