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Sergio cae (y la bandera del 11, también…)

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Sergio García se ha quedado fuera del Volvo World Match Play Championship que se celebra en Finca Cortesín (Casares, España). Necesitaba ganar a Robert Allenby en el partido de la tarde, para tener todavía mañana una opción, y sólo ha podido rascar un empate al final, en el hoyo 18…

 

Vaya por delante: Robert Allenby ha jugado muy sólido. En su línea. Pero el nivel de juego de García ha ganado enteros, un buen puñado de enteros, respecto al partido matutino. De hecho, el de Borriol ha sumado tres birdies y un eagle espectacular en el hoyo 4 (par 4 corto en el que se puede conquistar el green desde el tee volando un intimidante lago).

Curiosamente, y dando por embocados los putts cortos que ambos se han ido dando, resulta que Sergio habría firmado esta tarde un buen 67 (en este par 71), por el 69 de Allenby. Es un dato curioso, si ustedes quieren, pero la única realidad es que esto es match play, y no hay más que hablar.

«Por la mañana no he tirado buenos tiros. No conseguía controlar del todo el vuelo de la bola. Tampoco Wilson ha estado muy afortunado, y por desgracia no he podido aprovechar la oportunidad. Por la tarde, sin embargo, he jugado mucho mejor, pero he fallado algunos putts importantes», explicaba después el español.

Lo comentamos mil veces: cada golpe, bueno o malo, cuenta al final del día en golf. Pero permitan que nos recreemos en un suceso extrañísimo y rocambolesco que ha sufrido hoy Sergio García y que bien podría haber cambiado el signo de sus partidos. En el par 5 del hoyo 11, jugando por la mañana con Wilson, tiró un grandísimo tercer tiro con un wedge desde unos 110 metros, que pegaba en la bandera cuando la bola iba a quedar frenada y casi dada al lado del hoyo. Pero es que por la tarde, en el mismo hoyo y en la misma bandera, pegaba un tercer tiro magnífico también desde unos 60 metros… Y volvía a golpear la bandera antes de botar por segunda vez para frenarse (ya saben ustedes, esos golpes que patinan en el primer golpe y quedan bruscamente frenados en el segundo…).En ambos casos la bola se alejó más de dos metros del agujero y terminaba empatando el hoyo. En ninguna de las dos ocasiones pateó con absoluta tranquilidad, dándole todavía vueltas a la maldita fatalidad.

«Algo así en el mismo día no me ha pasado nunca, claro, pero esto es golf. Esa bandera no me quería», resumía.

Resulta un poco duro pensar que mañana ni Sergio ni Martin Kaymer van a jugarse nada en su partido (el alemán también ha sumado dos derrotas tras perder por la tarde con Wilson). Quizá debiera pensarse la organización, para futuras ediciones, la posibilidad de clasificar a los dos primeros de cada grupo el viernes, emparejando unos cuartos de final el sábado por la mañana a 18 hoyos y las semifinales el mismo sábado por la tarde, también a 18 hoyos.

En fin, como quiera que esta reflexión no la hicimos antes de comenzar el torneo, podríamos entender que alguien nos tachara de oportunistas… No le faltaría razón. Pero en todo caso puede resultar una buena sugerencia, ¿no creen? Al menos te aseguras que el viernes todos los juagdores lleguen vivos, y las carambolas y opciones de clasificación se multiplican. Y encima tienes más jugadores el sábado.

El de Sergio es el Grupo B. En el Grupo A, el otro en el que sus componentes han disputado ya dos de los tres partidos, Scott Strange necesita ganar mañana a Anthony Kim por siete hoyos de diferencia para seguir adelante… Retief Goosen también necesita un milagrito: tiene que ganar a Casey, que Strange gane a Kim y a partir de ahí hacer cuentas, porque ahora mismo tiene una desventaja de dos puntos y diez hoyos con el norteamericano.