El campeón del Masters ya tiene clara y definida la hoja de ruta exacta hasta llegar a la gran cita de Augusta National. Sergio García ha confirmado hoy, a la conclusión de la última ronda del Omega Dubai Desert Classic, los torneos que jugará para llegar lo mejor preparado posible a su defensa de la Chaqueta Verde.
Sergio tendrá ahora tres semanas de descanso y después jugará de manera consecutiva el Honda Classic, en el PGA National de Florida; el WGC México Championship, primer Campeonato del Mundo de la temporada, y el Valspar Championship, en Tampa, en el Innisbrook Resort. Después tendrá semana libre y jugará el WGC Dell Technologies Match Play en Austin, Texas, aunque estas dos semanas estarán marcadas sin duda por el nacimiento de su hija. Tras el Match Play habrá otra semana de descanso y la siguiente es el Masters de Augusta.
Jugará cuatro torneos: Honda Classic, WGC México Championship, Valspar Championship y WGC Dell Technologies
La principal diferencia en esta hoja de ruta, respecto a la que realizó el año pasado, es que no jugará el Genesis Open en Riviera, la semana previa al Honda, y en cambio sí estará en el Valspar Championship. No jugaba este torneo desde 2013, aunque es un campo que le gusta mucho. En su última aparición fue séptimo.
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«Lo miraré, pero tengo muy complicado jugar el Open de España»
Por otro lado, y hablando también del calendario, en caso de confirmarse este martes la disputa del Madrid Open de España en el RACE, Sergio ha comentado que tendrá muy difícil jugarlo. “Lo tengo que ver, pero lo veo muy difícil porque tengo mi calendario ya cerrado desde hace tiempo y tras el Masters tengo una semana libre y después juego San Antonio y el Zurich. Sería mucho ir a España para jugar una semana y volver a Estados Unidos. Tengo que verlo, pero sinceramente lo veo muy complicado”, explicó.
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«Ha sido una semana positiva para trabajar la paciencia»
En cuanto al torneo, Sergio terminó con una tarjeta de 71 golpes para un total de -12. Su juego ha sido mucho mejor de lo que refleja el resultado. Entre el sábado y el domingo ha podido hacer fácilmente seis golpes menos. No ha sido la semana más afortunada en los greenes. Ha tocado bien la bola, se ha sentido cómodo, pero se hartado a tocar bordes. Más frustración que preocupación, ya que el juego está en orden. “Perfectamente podría haber acabado con -18, no para ganar, pero sí para haber hecho un buen puesto. Ha sido una pena. Lo positivo de esta semana es que ha sido un muy buen test para trabajar la paciencia”, explicó.
