Sergio García (-15) y Callum Shinkwin (-15) han alcanzado el liderato del KLM Open después de la tercera jornada. Español e inglés iban jugando juntos en el penúltimo partido, alimentándose el uno al otro, cediéndose mutuamente el testigo y volviendo a recogerlo (entre los dos le han hecho al menos un birdie a once de los 18 hoyos del The International), hasta acabar firmando ambos, muy serios y formales, sendas tarjetas de 66 golpes.
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García y Shinkwin han tomado cierta ventaja sobre Nicolai Hojgaard (-13), jovencísimo danés de 18 años que pega durísimo a la bola y que esta semana, en Amsterdam, está encareciendo aún más las altas expectativas que ya había sobre él y sobre su hermano gemelo, Rasmus. Habrá que estar muy pendientes de lo que es capaz de hacer este domingo, en la hora de la verdad. Además, español e inglés partirán en la ronda definitiva con tres golpes de ventaja sobre James Morrison (-12) y cuatro sobre Matthew Southgate (-11), Steven Brown (-11) y el incandescente Matt Wallace (-11), que se erigía en gran protagonista del día al entregar bien pronto un tarjetón de 63 golpes. A priori, entre estos siete hombres debe estar el ganador.
El de Borriol sigue transmitiendo día a día unas magníficas sensaciones. Es el mejor García que se ha visto en mucho tiempo. Seguramente el mejor de todo el año 2019. De nuevo, ha florecido en septiembre después de pasar el grueso del verano de aquella manera, en lo que a juego, sensaciones y resultados se refiere, exactamente igual que ocurriera hace un año, en 2018. Entonces, la cercanía de la Ryder en Paris le ayudó a espabilar el instinto competitivo y a recuperar el equilibrio en el campo. Esta vez, si cabe, su versión es aún superior, puesto que incluso está pateando mejor, entren o no entren los putts. Hoy, por ejemplo, ha vuelto a dejarse algunas opciones por el camino, pero también se le ha visto muy sereno y seguro en los putts cortos y a la hora de cuadrar la fuerza exacta en los largos.
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Sergio ha despachado los primeros 54 hoyos con un solo bogey, lo que no es asunto menor en un campo con greenes grandes y movidos, donde los tres putts, por ejemplo, están a la orden del día, y donde algunas recuperaciones, entre tanto nervio y tanta peta, a veces se convierten en auténticas pesadillas. Puede que sea una casualidad o un error de percepción, pero se diría también que hace mucho tiempo que no se veía a Sergio tan absolutamente genial y preciso alrededor de los greenes. De todas maneras, los cimientos de este gran salto de calidad hay que buscarlos donde siempre, si se trata de Sergio García: en la estabilidad y solidez del juego largo, parcela en la que brilla esta semana en todas las estadísticas.
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Eduardo de la Riva (-9) también ha cumplido con su parte, jugando de nuevo por debajo del par (vuelta de 70) para arrancar la última vuelta dentro del top ten. Además de los puntos que hay en juego en tierras holandesas, que en sí mismo ya le podrían dar un gran empujón en la Race, el catalán se está jugando una plaza para la semana que viene en Wentworth, torneo de las Rolex Series, y necesita acabar precisamente dentro de los diez primeros.
