Marcel Siem (-17) ha ganado el Trofeo Hassan II con la autoridad que confieren esos tres golpes de ventaja sobre los segundos clasificados, Horsey (-14) e Ilonen (-14).
El alemán recordará para siempre esta semana en Agadir. Por su victoria en un campo tan especial, qué duda cabe. Y también por una lado amargo. Se queda cruelmente fuera del Masters de Augusta, a las puertas. Los resultados en el Shell Houston Open dejan al alemán en puesto 51º del ránking mundial.
No es ninguna tontería, puesto que es el único ‘major’ en el que todavía no ha debutado. Y no le sobran las participaciones en los Grandes, cuatro hasta la fecha (dos Open, un Us Open y un PGA).
A Siem, que siempre había sido un francotirador formidable y un rival temible cuando encontraba la inspiración, le faltaba un punto (o dos…) de madurez. De serenidad. Hasta hace bien poco se había especializado en salvar la tarjeta durante las últimas semanas de la temporada. Pero parece hacer encontrado esa estabilidad necesaria. La tan traída y llevada consistencia. El año pasado, 2012, fue de largo el mejor de su carrera. Y 2013 va en la misma línea.
El alemán ha administrado con sabiduría y paciencia aquel 64 mágico del jueves en el que embocaba hasta tres bolas desde fuera de green. Hoy ha pasado por un momento complicado, cuando el finlandés Ilonen ha llegado a igualarle en cabeza después de solo cinco hoyos. Y es en este tipo de situaciones donde se ve al nuevo Siem, que no solo no entraba en estado de pánico, sino que respondía al alza con autoridad.
Pablo Larrazábal (-12) no ha podido entrar de verdad en faena ganadora. En ningún momento. Porque Horsey e Ilonen, los otros dos candidatos claros al inicio de la jornada, si han asomado aquí y allá, sí parecían encontrar el modo de hacer cosquillas al alemán. El jugador español, al menos, ha mantenido las opciones hasta los segundos nueve hoyos del domingo, pero no entraba ningún putt que diera encendiera la mecha, que aportara la chispa. Ni siquiera el del hoyo 14, par 3, donde la había dejado a un metro. Un bogey de los que escuecen en el 18 lo relegaba a la cuarta posición.
La buena noticia es que, si miramos la semana desde un plano general, no cabe duda de que él sigue avisando. Y mejorando. Y acercándose al perfil de ese jugador puntero que aspira a ser, de los que rondan el top-50 del mundo. No tuvo problemas en reconocer al inicio de la semana que había aterrizado en Marruecos con la intención clara de ganar, porque eso era lo que le dictaban sus sensaciones. Tan lejos no ha estado.
Álvaro Velasco (-9) ha confirmado que está de vuelta. Y que su lugar en el mundo se encuentra en el circuito europeo. Con las prestaciones que ha mostrado en el Golf du Palais Royal puede y debe convertirse en un ‘capo’ del Challenge Tour esta temporada, que es su auténtico objetivo.
Resultados Finales
