Es cierto que en los últimos tiempos parecen haberse suavizado las tensas relaciones entre los jugadores de LIV Golf y los del DP World Tour o el PGA Tour. Atrás quedaron las discusiones subidas de tono en el players lounge del BMW International, allá por el mes de junio, o los encontronazos, más o menos directos, en Wentworth. Sin embargo, siguen produciéndose algunos episodios de tensión en determinados momentos porque la diferencia de criterios hace que los ánimos estén muchas veces a flor de piel.
Esto pasa fundamentalmente en el DP World Tour porque, como es obvio, es donde aparecen jugadores de LIV, más allá de los Grandes, puesto que en el PGA Tour lo tienen prohibido. Uno de esos episodios calientes ha tenido lugar este lunes en el campo de prácticas del Emirates Golf Club. Allí coincidieron pegando bolas Patrick Reed y Rory McIlroy, cada uno en su puesto, y lo que allí sucedió se ha convertido en la comidilla de los jugadores en la previa del torneo.
Lo que ocurrió es lo siguiente. Reed se acercó donde McIlroy y saludó con aparente normalidad a su caddie, Harry Diamond. Acto seguido se acercó a Rory, que se encontraba en ese momento agachado, en cuclillas y mirando hacia abajo. Reed estuvo esperando a su lado unos segundos, con la evidente intención de saludarlo, pero Rory ni siquiera hizo el ademán de girar la cabeza. Reed insistió pero no recibió respuesta. Al desistir y marcharse del lugar donde estaba McIlroy, el norteamericano se metió la mano en el bolsillo, agarró uno de los tees que llevaba y se lo lanzó hacia Rory con desdén. Hay que recordar que Reed, aparte de tener contrato con la liga saudí, luce la gorra de patrocinio de LIV Golf.
El episodio fue visto en directo por varios de los que estaban en ese instante en la cancha de prácticas y hoy martes en Dubai no se habla de otra cosa. A la espera de que el tribunal de mediación dicte sentencia sobre el futuro de los LIV Golf en el DP World Tour, siguen existiendo asperezas entre los jugadores. Probablemente, cuando haya una sentencia y ya todos sepamos con la decisión de un juez en la mano a qué atenernos, las aguas comenzarán a bajar más calmadas.
Hay que puntualizar un matiz importante. En líneas generales, las relaciones entre los jugadores son bastante normales. Cierto es que se transmite bastante más frialdad con los golfistas que tienen contrato con LIV Golf, hay más distancia, pero lo ocurrido entre Rory y Reed es más un hecho aislado que una moneda de uso común. Un reflejo de que la situación aún está lejos de normalizarse por completo.
La postura de MclLroy cada vez me produce mayor desprecio
Este tipo se cree que tiene la verdad absoluta respecto a este tema
Le fallan las formas , debería aprender de Rahm