Entrevista con Pablo Larrazábal antes de su debut en el exclusivo Nedbank de Sudáfrica, el inicio de su octava temporada consecutiva en el circuito europeo
Pablo Larrazábal (Barcelona, 1983) se encuentra ya en Sun City, Sudáfrica, donde el jueves arranca el Nedbank Golf Challenge, primer torneo del calendario 2015 en el circuito europeo. O lo que es lo mismo, inicia su octava temporada consecutiva en el European Tour.
Lejana en el tiempo y hasta en la memoria queda ya aquella irrupción sorprendente en 2008, cuando ganaba como novato el Open de Francia, ni más ni menos. Desde aquel año ha disputado ya 215 torneos en el circuito, con tres victorias y un porcentaje de puestos entre los diez primeros del 15,8 %, cifras más que interesantes. Son logros de regularidad y éxitos de los que no pueden presumir demasiados profesionales.
Pablo terminó el año 2013 en el puesto 101º del ranking mundial, y ha finalizado la temporada 2014 como 69º del mundo. «si me das esas cifras al principio del año igual me parecen correctas, pero tengo que reconocer que esperaba un poco más de este año después de ganar tan pronto en Abu Dhabi», explica el jugador a Tengolf.
El barcelonés ha acumulado una experiencia nada desdeñable y tiene muy clara su receta de cara al inicio del nuevo ejercicio, la que a él le va mejor: «prefiero no ponerme metas concretas. Sólo tengo dos ideas generales muy claras, que son la de seguir creciendo como jugador y salir a luchar por los torneos, por el triunfo, cada semana. A partir de ahí, lo que sea, será». Cada maestrillo tiene su librillo.
Añade un último y, según él, definitivo ingrediente: «es muy importante que me siga divirtiendo como lo estoy haciendo hasta ahora. A día de hoy sigo siendo como un niño en Navidad cada vez que salgo a jugar un torneo. En cuanto no me divierta jugar y competir por ganar, igual no me veis más el pelo».
Y puntualiza entre bromas y veras: «bueno, o me tenéis que venir a ver al restaurante». Se refiere Larrazábal al ‘Cocomo‘ (en Barcelona, calle Enric Granados, 55), establecimiento de restauración que puso en marcha en la Ciudad Condal el pasado mes de julio y que es un proyecto en el que ha puesto algo más que ilusión.
A partir de este jueves jugará el prestigioso Nedbank, cita exclusiva para treinta jugadores según una rigurosa lista de entrada por méritos contraídos durante la última temporada (de los treinta participantes, 23 están dentro del top-70 mundial, casi un tercio). Una auténtica bicoca, puesto que no hay corte y el último clasificado se embolsará una jugosa cantidad de casi ochenta mil euros… «Es un chollo, está claro, pero es que este tipo de torneos te los tienes que ganar con tu trabajo y tus resultados, son como un premio a tu trayectoria», sentencia el jugador.
