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Cabeza fría y una lectura correcta de la situación

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Bradley Dredge, líder porvisional del Open de Francia. © European Tour
Bradley Dredge, líder porvisional del Open de Francia. © European Tour

La primera jornada del Open de Francia ha salido picantona. Incluso, algo más que eso: revirada, difícil. El recorrido Albatros del Golf National, tal y como suele ocurrir y hemos venido recordando estos días atrás, es un duro test, pero si además sopla el viento, como ha hecho hoy ya durante buena parte del turno matutino de juego, el asunto se pone peliagudo. Por la tarde la cosa sigue igual: viento constante de unos veinte kilómetros por hora con rachas que pueden llegar a los treinta.

Rafa no está como para perdonar ni un minuto de curro…

“Un 73 no hace daño, tal y como estaban las cosas ahí afuera. Duro, muy duro. Los líderes no van a estar lejos al final del día. Si alguien se va a -5 ó -6 será sólo un jugador, poco más”.  De este modo se expresaba Rafa Cabrera Bello (+2) nada más acabar su vuelta, el mejor de la Armada por la mañana, con la cabeza bien fría a pesar de haber jugado por encima del par. De momento, el líder es Bradley Dredge (-4) y, en efecto, da toda la sensación de que nadie se irá más allá de este registro.

Graeme McDowell en el hoyo 17 durante la primera jornada del Open de Francia. © Golffile | Thos Caffrey
Graeme McDowell en el hoyo 17 durante la primera jornada del Open de Francia. © Golffile | Thos Caffrey

A un golpe se ha situado un renacido Graeme McDowell (-3), que en este campo parece recuperar todo el color (dos veces ha ganado este torneo el norirlandés). Difícilmente llegarán a una docena las tarjetas por debajo del par en el turno matutino, así que hay que destacar convenientemente el 70 de Justin Thomas (-1), que arranca el torneo sin titubeos ni mandangas.

“El campo ya es complicado en condiciones perfectas, así que con el viento…”, puntualizaba Adrián Otaegui (+3), cariacontecido pero esquivando también el drama. El mismo registro ha firmado Álvaro Quirós (+3), y eso después de comenzar la vuelta por el hoyo 10 con un doble bogey.

Pablo Larrazábal (+4) llegó a ir líder después de los primeros cinco hoyos con un parcial refulgente de tres menos en ese tramo, pero luego iba a pagar caro algunos errores y, a pesar de todo, tampoco parecía derrotado ni salía del campo con la mirada perdida (“está sencillito hoy el campo, ¿eh?”, nos interpelaba antes de firmar la tarjeta). Y lo más importante de todo: la muñeca no le ha dado ningún problema en su primera ronda de competición.

VÍDEO | Disfrutémoslo mientras podamos…

No era este el tipo de jornada ideal para que Carlos Pigem (+9) reconstruyera la confianza, pero vamos, que en realidad han sido mucho los que han sucumbido a un campo fiero en tales condiciones, con mención especial para los ingleses Chris Paisley (+6), Ross Fisher (+8) y Callum Shinkwin (+10).

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