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Un chip que SIEMpre recordará…

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Marcel Siem aprovecha el descarrilamiento de Levy, mientras la Armada cierra a la baja una semana desangelada

Marcel Siem (-16) ha ganado el BMW Masters, primer torneo de las Series finales del circuito europeo.Es la cuarta victoria en su carrera (quinta si contamos la Copa del Mundo que ganó junto a Langer en 2006) y sin duda la más importante. Un chip fabuloso del alemán fue el remate brillante a una jornada ventosa y complicada, marcada por la incertidumbre.

Siem embocaba desde fuera para birdie en el primer hoyo de un desempate inaudito a tres bandas. Todo un golpe de efecto que nunca va a olvidar: dejó helados a sus dos oponentes, que aguardaban su turno en el green y que ya no fueron capaces de embocar sus respectivos putts para alargar la muerte súbita. Y no sólo lo va recordar toda su vida por el hecho en sí, tan oportuno como brillante, sino por lo que significa: asciende al cuarto puesto de la Race to Dubai, una posición que ni ha rozado en toda su carrera (gracias al reseteo de las Series Finales que convierte los euros en puntos y los multiplica), y se embolsa un cheque de más de un millón de dólares, con el consiguiente salto en el ranking mundial que sigue a un triunfo en un torneo de campanillas y que de nuevo situarán al alemán en las grandes citas del calendario mundial.

El desempate puede calificarse, en efecto, de inaudito. Sobre todo por la presencia de Levy, que dilapidó su amplia ventaja con una tarjeta de 78 golpes, y también por la de Ross Fisher, que remontaba la friolera de once golpes al líder para ganarse el derecho de jugar el play off.

El joven francés se queda, de momento, sin triplete en 2014. Un parcial de +5 en los últimos seis hoyos del torneo tiene la culpa. Sería necio, en todo caso, hacer leña del árbol caído. La presión flota en el aire los domingos y hasta puede agarrarse al cuello de un jugador que venía bordando el golf en los últimos tiempos. Levy sólo ha cazado hoy diez greenes (había fallado cinco en los 54 hoyos anteriores) y ha estado francamente mal en las recuperaciones. Hay que insistir, además, en la dificultad del día en el Lake Malaren Golf Club de Shanghai: sólo cuatro jugadores han sido capaces de entregar tarjetas por debajo de los setenta golpes. En la vida hubiera pensado Siem en ganar este torneo jugando hoy una por encima del par, pero el escenario era el que era y ha sacado la magia en el momento más oportuno.

La jornada para la Armada español ha sido realmente para olvidar. Pestosa y siempre cuesta arriba, fiel reflejo de buena parte de la semana para la mayoría de los nuestros. Sólo Alejandro Cañizares ha sido capaz de empatar con el campo y no es esta una mala señal, porque seguramente demuestra que anda bastante recuperado de todas sus dolencias físicas en muñeca y espalda.

Las tarjetas de 84 y 88 golpes de Cabrera Bello y Jiménez, respectivamente, han resultado ser algo así como la caricatura exagerada y cruel de este mal momento generalizado del golf masculino. El canario salía hoy a jugar con molestias en la espalda, aunque no buscaba excusa alguna al finalizar: «no ha sido la espalda, ha sido culpa mia». Y el malagueño se cebaba en su propia desgracia yéndose al agua hasta cuatro veces en el hoyo 9, el último de su recorrido.

Resultados finales