Pasaban las ocho y veinticinco de la mañana en Agadir cuando Alejandro Cañizares (-14) embocaba un putt de algo más de cinco metros en el green del hoyo 1, par 5. Diez minutos más tarde, desde la otra punta, en el green del 10, Rafael Cabrera Bello (-9) enfilaba un purazo de unos quince metros, quizá más, para eagle. Así empezaban hoy los muchachos sus respectivas vueltas…
Cada uno siguió su camino, con sus altos y bajos, y al final Cañizares terminaba entregando una tarjeta de 68 golpes, por los 67 de Cabrera. Resultados más que notables que dejaban al primero como líder en solitario con un golpe de ventaja sobre un gran Seve Benson (-13), y al canario muy bien situado de cara al fin de semana.
Estos dos jugadores se han visto en los últimos meses varias veces en la pomada, luchando el fin de semana por el triunfo en citas de cinco estrellas. Incluso, en Qatar, ambos anduvieron muy cerca de la victoria, con opciones hasta los últimos tres hoyos.
La regularidad y consistencia de Rafa, de hecho, casi asustan. Él mismo lo dice: “sé que no me falta nada, que el juego está ahí y que a lo mejor me podría llevar a ganar este año incluso más de una vez”. No exagera. Son demasiasas veces llamando a la puerta. Hoy, por sus primeros nueve hoyos lo ha bordado, completando en ese tramo un parcial de seis menos que lo llevaron a lo más alto de la clasificación.
La vuelta de Cañi ha tenido también mucho mérito. No es sencillo salir a jugar como si nada después de haber hecho un 62 el día anterior. Las sensaciones son un arma de doble filo, porque son inmejorables en el inicio, por supuesto, pero enseguida pueden dar paso a la impaciencia o frustración si el juego no sale tan fluido como 24 horas antes.
Y Alejandro ha sabido esperar su momento cuando el putter no acompañaba como ayer, hasta dispararse por los segundos nueve con seis birdies (y dos bogeys, ciertamente), para completar un bello y redondo registro: acumula ahora mismo 18 birdies en 36 hoyos. Un birdie por cada dos hoyos y una media infernal. Sólo le quedan cinco hoyos por conquistar, y uno solo por la segunda vuelta del campo (hoyos 3, 4, 6, 9 y 18).
