Bienvenidos al domingo del Open de Andalucía. El campo nos recibe con una sorpresa. El Parador sigue siendo El Parador, pero es un nuevo Parador. Inesperado. Nos explicamos…
Está soplando el viento con más fuerza que en los días previos, y muy racheado. Incómodo. De pronto aprieta una ráfaga como se detiene por completo. Nada previsible. Tenso. Y lo que es aún más importante. Ha cambiado la dirección. Es un viento nuevo. Procede del norte y no se ha jugado en toda la semana, ni siquiera en las jornadas de práctica. Toca improvisar. Tirar de instinto. Un ejemplo. El hoyo 16, que se ha jugado toda la semana con viento en contra, hoy tiene el viento a favor.
Veremos cómo evoluciona el día, pero el picante ya está echado al guiso. Si el viento va en aumento con el paso de las horas, el torneo podría dar un vuelco importante. En los primeros partidos de la jornada ya se está dejando sentir la influencia del aire. Resultados altos. Ninguna bicoca. Al viento, además, se le añaden algunas banderas realmente interesantes. Un buen ejemplo es la del 3, esquinada a la derecha, cerca del agua y al borde de un piano. Curiosa.
En el momento de escribir esta crónica (12.15), hay 47 jugadores en el campo. 33 están sobre el par, nueve al par y sólo cinco bajo par. El mejor del día hasta ahora es Carlos del Moral con -2. Si alguno de los que viene de lejos consigue firmar un vueltón y el viento sigue en aumento, cualquier cosa puede pasar en este domingo de Open de Andalucía.
Pepín Rivero, un maestro en estas lides, cree que además este nuevo viento complica un poco más este campo que el viento del sur.
