Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Un imponente Jon Rahm coquetea con una ronda antológica en Escocia
Jon Rahm toma el liderato tras una vuelta que llegó a coquetear con el 59

Un imponente Jon Rahm coquetea con una ronda antológica en Escocia

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Jon Rahm, durante la segunda ronda del Open de Escocia. (© Golffile | Thos Caffrey)

Jon Rahm (-11) se ha puesto el traje de campeón del US Open y los zapatos de Número Uno del mundo y ha ofrecido una exhibición de golf en la segunda ronda del Scottish Open. Su despliegue, especialmente en los diez primeros hoyos, ha sido sencillamente estratosférico, con un parcial de siete bajo par que iba camino de dinamitar el torneo, algún que otro récord y, de paso, el Renaissance Golf Club.

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Ha sido una exhibición de antología empezando por el hoyo 10, alternando tiros sublimes que acababan junto al hoyo, como en el 13 o el 14, con putts fuera de concurso, como en los hoyos 18 y 1. Jon iba levitando por North Berwick. Su sonrisa tras embocar un putt de birdie diabólico en el 1, con varias caídas y cuesta abajo era absolutamente reveladora. Tendría unos diez metros y parecía un golpe más propio de un mini golf con cabezas de payaso gigantes que un torneo del European Tour

Rory McIlroy y Justin Thomas, compañeros de partido de Jon, asistían incluso divertidos a la actuación del español. Con esa marcheta, como es natural, pronto comenzaron a aparecer por las cabezas de los presentes la posibilidad de una tarjeta de época, por qué no, el mítico 59. Le quedaban ocho hoyos y necesitaba cinco menos. Al ritmo que iba, era lógico pensarlo. Seguro que también pasó por la cabeza de Rahm…

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No es fácil lidiar con una situación así y también le afectó al golfista de Barrika. De pronto, el golf ya no fluía de la misma manera y, sobre todo, el putter. La excitación por la exhibición que estaba completando le produjo una mínima aceleración en el swing que le impidió ser más preciso con su juego largo, comenzó a fallar algún golpe desde el tee y algún tiro a green y, sobre todo, empezó a quedarse atascado con el putt. Sin jugar mal, parecía que de pronto todo se le volvía en contra.

Jon sabía que podía ser un día para el recuerdo y no lo quería dejar escapar. Quizá le faltó cierto aplomo, quién sabe, y también un poco de suerte en los greenes. En el hoyo 2 tripateó desde lejos, en el 3 le hizo corbata un putt claro de birdie, en el 4 volvió a fallar un putt corto de par y en el 6 otro putt corto de birdie se le marchó al limbo. Su actuación ha sido fabulosa, pero realmente ha estado muy cerca de haber hecho un estropicio mucho mayor.

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Una vez pasó de largo la idea del 59 de la mente de todos los presentes en el Renaissance, incluido Jon, su juego se volvió a asentar. Tuvo suerte en la salida del hoyo 7 y la supo aprovechar para firmar un gran birdie que volvía a poner las cosas en su sitio. La página del mal momento ya se había pasado. Acabó con dos buenos pares en los hoyos 8 y 9, en el primero pateando para birdie y en el segundo con una sacada de búnker magistral. Era un golpe muy difícil y lo ejecutó de maravilla.

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Finalmente, lo que apuntó en algún momento a 59 se quedó en un gran 65. Vueltón y liderato provisional en el Open de Escocia, recordemos, en su primer torneo después de ganar el US Open, en su primer torneo en un links dos años después. Sólo Scottie Scheffler (-8), con 63 golpes, ha entregado de momento una tarjeta mejor que la de Rahm esta mañana en Escocia. Por ahora, Jon manda con un golpe sobre George Coetzee (-10) y tres sobre Justin Thomas (-8) e Ian Poulter (-8). No hay quejas en Escocia viendo en la clasificación ahí arriba al Número Uno y al Número Tres.

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La fiesta local no ha podido ser completa porque Rory McIlroy (-1) no termina de engrasar la máquina. Salvo que la madre naturaleza se vuelva loca esta tarde en North Berwick y convoque un vendaval que no se espera, se va a quedar fuera del corte. De hecho, lo normal es que el -2 luche por entrar y veremos si lo acaba consiguiendo. En este sentido, sí estará el fin de semana Will Zalatoris (-3), mientras que Sam Burns (-2) tendrá que esperar y rezar. Quien no estará seguro es el otro español qiue jugaba por la mañana, Jorge Campillo (+6), tras firmar 72 golpes. En su caso, el mal día fue ayer.

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