«Si la bola se te queda muy bien, pero muy bien, igual puedes meter el hierro 7… Si no, wedge, colocar y a remar»…
Esta es la hoja de ruta que los jugadores llevan apuntada en su libro esta semana para enfrentarse al rough del Real Club de Golf de Sevilla. No hay más. Está alto y muy, muy alimentado. Denso y duro. Pero no será la única defensa del campo en este centenario Open de España.
Salimos al campo. Hace sol y muchos jugadores arriba y abajo. José María Olazábal ya ha jugado sus primeros nueve hoyos (los nueve segundos) después del acto de ayer en Madrid con motivo de la Ryder Cup. Ha jugado con Álvaro Velasco y Eduardo de la Riva. Álvaro Quirós está jugando 18 hoyos y Rafa Cabrera Bello saldrá por la tarde, igual que Pablo Larrazábal, que aún está saboreando su victoria la semana pasada en el Peugeot Alps Tour de Barcelona. Por cierto, su primera y, hasta hoy, única victoria en España como profesional. Ya veremos el domingo…
Unos y otros ya están descubriendo al gran ‘enemigo’ esta semana. Un ‘enemigo’ habitual en el Real, pero que este año si cabe parece haber dado un giro más de tuerca. El rough es el rival. Poco se puede hacer desde la hierba alta, más allá de sacarla a calle y seguir jugando como se pueda. Hemos hecho una prueba empírica esta misma mañana. Son tres bolas lanzadas al azar en el rough de la izquierda de la calle del hoyo 9. Compruébenlo ustedes mismos.
No obstante, ya decimos que no será el único enemigo. Estamos en primavera y el tiempo cambia prácticamente cada hora. Si se cumple la previsión, el viento soplará con brío a partir del jueves, por encima incluso de los 30 kilómetros por ahora. Esto puede dar una nueva dimensión al torneo. Lo comentaba nada más llegar el propio Olazábal.
Eso sí, no todo van a ser noticias malas para los profesionales. La lluvia que cayó ayer sobre el Real ha dejado los greenes algo más blandos y receptivos que de costumbre.
