BMW PGA Championship en Wentworth (Virginia Water, Surrey, Inglaterra).
Semana grande en el circuito europeo y torneo de campanillas en un fabuloso escenario, diseño del legendario Harry Colt, aunque luego se hayan ido introduciendo ligeras modificaciones, con especial mención a los retoques introducidos por Ernie Els en 2006 y 2010, alguno de ellos no exentos de polémica.
Un torneazo, se mire por donde se mire, en el que hemos tenido puesta en escena con foto incluida de todo el equipo victorioso de la última Ryder, capitán y vicecapitanes incluidos (Peter Hanson estuvo en la sesión de fotos, pero no juega esta semana).
Wentworth es la casa del circuito europeo, que ejerce de perfecto anfitrión, y allí van a juntarse 19 top-50 del mundo y cuarenta top-100. Cifras más que considerables en Europa. De hecho, por estos lares, sólo el British las supera. Quedan lejos, eso sí, de los 46 top-50 del mundo y los 68 top-100 que se dieron cita en el THE PLAYERS, que es el supuesto gemelo glotón de este BMW PGA en América…
Hay que disfrutar de este evento, por ello, también como ‘regate’ a esa cruda realidad que barre y barre hacia el otro lado del Atlántico. Los jugadores norteamericanos no salen de allí, o para ser más exactos, lo hacen con cuentagotas. Cualquiera de los jugadores norteamericanos que se encontraran en el top-50 del mundo a fecha de 15 de abril (ahora mismo hay 23…) podrían haber jugado en Wentworth esta semana, pero año tras año declinan la posibilidad. Y no será por la bolsa, ya que el ganador se llevará el domingo más de un millón de dólares, una cifra que se iguala al menos al montante en premios de un torneo regular del PGA Tour.
Ellos, los americanos, se lo guisan y se lo comen. Tampoco parece nada reprobable ni censurable. Es así y punto. Tienen bastante con lo suyo y ellos mismos se retroalimentan. Sin ir más lejos, el Crowne Plaza que se juega esta semana en el Colonial Country Club (Texas), un torneo donde los primeros espadas brillan por su ausencia, termina reuniendo sin comerlo ni beberlo a quince top-50 del mundo y 33 top-100. El año pasado, ambos torneos coincidieron también y el ganador en Wentworth sumó 64 puntos del ranking mundial por los 50 que sumó el vencedor en el Crowne Plaza. Sin comentarios. O quizá sí, uno más: desde el inicio de la temporada y hasta hoy, y contando sólo los torneos regulares, dejando al margen los WGC y los majors, sólo un torneo del circuito europeo ha repartido este año más de cincuenta puntos al ganador: Abu Dhabi (fueron 54). Al resto le cuesta seriamente llegar a treinta (en el Open de España, Jacquelin sumó 24…). Mientras tanto, en el PGA Tour son moneda corriente los torneos que reparten entre cuarenta y 54 puntos al vencedor. No hay color.
Pero quizá sea injusto meter el bisturí precisamente en la semana de gloria del circuito europeo, con los McIlroy, Donald, Westwood, Rose, García y compañía luchando por el triunfo. Mucho más cuando no hay, aparentemente, soluciones que se atisben en el horizonte.
Hay once españoles en la parrilla de salida, con mención especial para el retorno de Miguel Ángel Jiménez, que cumple su torneo Número 600 en el circuito europeo. Ahí queda eso. A priori, debido a la potente competencia, no parece esta la mejor cita para romper el maleficio de la Armada, que aún no ha conseguido una victoria en 2013, pero si hablamos precisamente de la Armada ya se sabe que con ella todo es posible…
