El concepto de las rotaciones en el fútbol lleva de moda unos cuantos años. Ya saben: los entrenadores van dando entrada en el equipo titular a buena parte de su plantilla, según las competiciones y el estado físico de los jugadores, para distribuir los esfuerzos y preservar la frescura del equipo.
La Armada española de golf no es un equipo en sí misma ni tampoco tiene un entrenador que deba confeccionar una alineación titular cada semana. Pero la idea de las rotaciones sirve para explicar lo que va a ocurrir esta semana en el Open de Sudáfrica, primer torneo de la temporada 2014 en el calendario del circuito europeo. Recién finalizado el ejercicio de 2013, algunos se toman un necesario descanso (es el caso de los Larrazábal, De la Riva o Quirós, por ejemplo) y otros toman el relevo.
En el caso que nos ocupa, además, los alicientes son numerosos y atractivos. Para empezar, porque reaparece en el circuito Carlos del Moral después de su exhibición en la Final de la Escuela, con la mochila cargada de confianza y excelentes sensaciones. Por cierto, el valenciano abre el campo a las 5,20 de la madrugada del jueves (horario peninsular español).
Por si fuera poco, también les toca el turno a los dos flamantes miembros del European Tour que han obtenido la tarjeta a través del Challenge, que son Adrián Otaegui y Nacho Elvira. A partir de mañana, en el Glendower Golf Club (Ekurhuleni, Sudáfrica), comienza su particular carrera de fondo por hacerse un hueco en el circuito grande y por dar el salto a las citas más jugosas, con el reciente ejemplo de Eduardo de la Riva todavía en la retina.
Aún hay más. Pablo Martín Benavides juega este torneo gracias a las exenciones logradas en tierra sudafricana (Sunshine Tour) por sus dos triunfos en el Alfred Dunhill de Leopard Creek. El malagueño, sin duda uno de los talentos más importantes que ha dado el golf español en las últimas décadas, dispone así de una gran oportunidad de competir al máximo nivel.
Jorge Campillo, por su parte, vuelve al tajo. Lo hace después de cerrar una sólida temporada y con la idea de seguir haciendo lo que ha hecho desde que aterrizara en el circuito europeo: no dejar de crecer mes a mes, año tras año. En su hoja de ruta hay dos objetivos claros: luchar hasta el final por el triunfo en un puñado de torneos y meterse en la Final de Dubai.
El último gran aliciente es el de seguir a Alejandro Cañizares, que es el ‘único’ del equipo ‘titular’ de 2013 que no rota en Sudáfrica, dispuesto a prolongar su buen momento de juego y a sacarse la espina de las jornadas dominicales de Turquía y Dubai.
Todos ellos repiten presencia la semana que viene en el Alfred Dunhill de Leopard Creek, al igual que Charl Schwartzel, sin duda la estrella rutilante de ambas citas.
