Como solía decirse cuando las fotos eran fotos, cuando había que revelarlas, vaya, es para hacerle una al ‘leaderboard’ del Slync.io Dubai Desert Classic, enmarcarla, y ponerla encima de la televisión.
Al menos hasta mañana….
La Armada española domina con autoridad en la primera jornada de este segundo torneo del año de la gira del desierto y de la Rolex Series: una vez terminado el turno matutino de juego Pablo Larrazábal (-5) y Sergio García (-5) se han colocado como colíderes, con un golpe de ventaja sobre uno de los grandes favoritos, el estadounidense Collin Morikawa (-4), el finlandés Kalle Samooja (-4) y otro español más, Sebastián García Rodríguez (-4). Por si esto fuera poco, Nacho Elvira (-2) remontaba un inicio de vuelta demasiado abrupto (necesitaba pegar bolas provisionales en los hoyos 1 y 2), para alcanzar asimismo un notable registro por debajo del par, que probablemente lo va a mantener dentro del top 25 al final del día y, desde luego, muy metido en faena.
Todo lo que sea ganar al campo es buena cosa. En el Majlis course, hoy, hay que jugar bien al golf para salir victorioso. Es verdad que el viento no ha hostigado como tantas veces suele por estos lares (está soplando un poquito más en el turno vespertino), pero las calles del recorrido dubaití están, quizá, más estrechas que nunca. Por eso, casi sorprendía el parcial de siete menos que traía Morikawa después de sólo once hoyos, aunque el californiano, que había arrancado por el hoyo 10, iba a finalizar con tres bogeys por sus últimos cuatro hoyos.
Sea como sea, el Número 2 del mundo ya ha enseñado algo más que los dientes después de atragantársele la cita de la pasada semana en Abu Dhabi. A nadie sorprenderá que ande por ahí arriba hasta el final, siempre entre los candidatos, porque el campo, tal y como está, le cae como anillo al dedo.
A Sergio tampoco se le da mal, sobre todo desde que ganara en el año 2017. No se crea nadie, hasta entonces el de Borriol sentía que se le escapaba siempre vivo, que antes o después se le atravesaba de una u otra manera. Hoy, además, ponía en marcha el año 2022 en su calendario de competición, así que una ronda sin bogeys como la que hoy ha firmado sienta todavía mejor, quizá por inesperada, pues siempre queda herrumbre que rascar cuando se viene de una pretemporada. Sergio ha pegado el driver de dulce, ha aprovechado bien sus opciones y ha sacado adelante muy buenas y oportunas recuperaciones, mostrándose letal desde esa distancia delicada que va del metro a los dos metros. Había un dicho por ahí que decía: ‘¿sabes lo que pasa cuando Sergio García enchufa los putts de vuelta de metro o metro y medio? Que gana el torneo’. En fin, todavía queda demasiado por delante.
Pablo Larrazábal, por su parte, tiene cuentas pendientes con esta plaza y este torneo. Nunca ha terminado de redondear una gran semana aquí, aunque tampoco habían faltado buenas vueltas en sus trece comparecencias anteriores. Curiosamente, jamás había entregado un 67, el resultado que hoy le ha llevado a lo más alto, aunque no sea su mejor resultado en el Emirates (hace tres años cerraba con un espléndido 64… para terminar en vigésima posición). Si es, de largo, su mejor primera jornada en el Majlis course. De hecho, sólo en una ocasión había abierto este torneo con una ronda por debajo de los 70 golpes (firmaba un 69 el jueves en 2015). Y es que esa ha sido muchas veces la sensación que el barcelonés ha tenido en Dubai, la de moverse en una segunda o tercera línea, casi siempre con terreno por recuperar, sufriendo incluso para pasar cortes (hasta seis ha fallado aquí) en su carrera). En esta ocasión comienza a escribir el cuento de muy diferente manera y, si miramos sus números, lo ha hecho a base de tremendos mamporros desde el tee (en el hoyo 18 pegaba la madera 3 de salida y marcaba una distancia de 286 metros…). Y pateando muy bien, con solvencia: un solo tripateo, lejos de los escalofriantes números de la semana pasada, en la que, recordémoslo, sumó hasta once tripateos en las cuatro rondas, circunstancia que sin duda lo sacó del grupo de candidatos.
El historial de Sebas García Rodríguez en este campo de momento comienza y acaba hoy. Pero ya tiene un 68 en la mochila. Otra curiosidad: este fue también el primer registro que firmaba Sergio García en este campo, todavía como amateur (febrero de 1999) y con 19 añitos recién cumplidos… El madrileño ha cumplido un sueño que siempre había tenido, el de jugar en este campo y, tal y como confesaba una vez entregada su tarjeta, se ha sentido en el edén del golf, en un lugar muy especial y en un señor torneo. Exactamente lo que es, claro. Hoy Sebas, además de pegar muy buenos tiros de tee a green, por supuesto, ha sacado sus manitas a pasear, convirtiendo un buen puñado de recuperaciones, pues fallaba hasta seis greenes en regulación y al final de la vuelta sólo le había caído un bogey, en el hoyo 16, que además llegaba como consecuencia de un tripateo.
Rafa Cabrera Bello (PAR), protagonista la semana pasada, firmaba unas tablas que no son malas, mientras que Alejandro Cañizares (+2) todavía tendrá en su mano mañana meterse en el fin de semana.
