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Una deuda saldada 16 años después

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Fernando Cambronero, responsable de PING en España, saldó ayer con José María Olazábal una deuda que estaba pendiente desde 1994. Ocurrió en la terraza del ‘Players lounge’ del Club de Golf del Mediterráneo…

Les ponemos en antecedentes. La prestigiosa firma PING obsequia a todos los ganadores que usan un putter de su marca con una réplica exacta del palo con la cabeza bañada en oro. Si la victoria es en un major se hace de oro macizo. Es una de las más antiguas y bellas tradiciones del mundo golf.  

Con cada ‘triunfo PING’, la marca fabrica dos réplicas, una para el jugador y otra para los cuarteles generales de la firma. La iniciativa partió del jefazo de PING, Karsten Solheim, en los años 70. Es su manera de agradecer a los jugadores la confianza depositada en la marca. El primer putter dorado se entregó con carácter retroactivo a John Barnum, por su victoria en el Cajun Classic de 1962. Se han entregado ya más de 2.500 putters. Hay casi 50 ganadores de majors que tienen su preciado obsequio.

Chema Olazábal tiene una buena colección de la época en la que ganaba torneos como churros y usaba PING para embocar. Sin embargo, hace unos días descubrió que echaba en falta alguno. Fernando Cambronero habló con Sergio Gómez, manager y padre espiritual del jugador vasco, y le comentó que había encontrado una de estas réplicas antiguas que nunca llegó a entregar a Chema en sus almacenes. Rebuscó tras hablar con Sergio y se encontró que no había sólo uno, sino cuatro pendientes de entrega… Estos pequeños despistes sólo pueden pasarle a alguien que ha ganado mucho.

Dos de esos putters corresponden a la victoria de Olazábal en el Volvo PGA y la NEC World Series (actuales W.G.C.) de 1994. Ayer fue saldada la deuda. Como dos caballeros y con el propio Sergio Gómez, Romeo Sala, co-promotor del Castelló Masters, y Ten-Golf como testigos. El acto de entrega sirvió para recordar algunas de esas anécdotas que Chema Olazábal cuenta como nadie.