– El viento saltaba ya de mañana en el Diamond Country Club austriaco y el Lyoness Open se ponía algo más que serio. Y eso que los greenes estaban algo más tiernos por el agua caída durante la noche, que si no…
– El caso es que Zander Lombard y Gregory Bourdy son los dos líderes del torneo con un acumulado de -7 y que sólo quedan 22 jugadores por debajo del par después de la segunda jornada. El caso, además, es que el corte se iba hasta +3 y que el líder del jueves, Adrián Otaegui (-4), salvaba los muebles a pesar de haber sudado tinta china (ni un solo birdie en toda la vuelta) y de firmar un 76.
Digamos que el joven vasco ha amortiguado la caída con el colchón que se había procurado el jueves y que todavía está en disposición de todo durante el fin de semana. Otaegui también ha pagado el peaje del viento, pero la contrapartida es que nadie ha podido escaparse, así que el sábado saldrá de todas maneras en los últimos partidos. El vasco, asimismo, y a pesar de los pesares, se agarraba al campo con coraje, embocando algunos putts de par realmente complicados para mantenerse a flote y evitar males mayores.
– Horas antes del final de la vuelta de Adrián, otro español había protagonizado una de las rondas del día, recogiendo el testigo del propio Otaegui. Borja Virto (-5) entregaba el mejor resultado de la jornada y una de las tres tarjetas que se han dado en todo el día por debajo de 70 golpes. Una señora ronda de golf y toda una exhibición alrededor de green (6/6 en las recuperaciones), hasta el punto que los dos bogeys que caían en su mochila venían dados por sendos tripateos. Por fortuna, comienza a no ser noticia este año el hecho de ver a Virto bien situado de cara a los últimos 36 hoyos de un torneo. Sigue haciendo bien las cosas y no hay mejor manera que rondar la campana para dar la campanada…
– Mañana, sábado, Virto juega precisamente junto a Otaegui en el penúltimo partido a partir de las 10,40 de la mañana. Y el tercero del grupo, pues salen de tres en tres, es Joost Luiten, ni más ni menos. Una preciosa prueba de fuego para estos dos jóvenes españoles.
– Eduardo de la Riva (-1) tampoco está lejos, a pesar de haber jugado hoy dos por encima del par. La ronda del catalán seguramente había merecido mejor suerte, lidiando al viento con maestría, pero el putt no terminaba de ayudarle y, para colmo, al final le caía un doble bogey de lo más ingrato que lo sacaba del top-ten. Suele ocurrir. Pero tiene margen sobrado para estar de vuelta por la zona caliente en un campo que, ahora sí, ha mostrado garras y colmillos.
– El remate emocionante de la jornada lo ponían dos españoles. Carlos Pigem (+2) y Pedro Oriol (+3), que venían jugando en los últimos partidos por ambos lados del campo, finalizaban a lo grande sus respectivas rondas, metiéndose en el corte sobre la bocina y sacando de paso a todos los +4 del fin de semana con tan complicada maniobra. Pigem hacía birdie en el 16 y otro postrero en el 18, por si acaso. Y Oriol, por su parte, se liaba la manta a la cabeza por el último tercio de su vuelta (salió por el 10), cuando ya lo tenía todo absolutamente perdido, para finalizar con cuatro birdies en los últimos seis hoyos, incluyendo un par de banderillas magistral en los dos últimos (birdie-birdie). Las cosas de Oriol. Pincha aquí para ver los resultados en directo.
